Una joven que realizaba el Servicio Militar Obligatorio denunció ante sus superiores a un cabo segundo por violación. Cuando no regresó al regimiento, su familia fue notificada de que su caso sería enviado a los tribunales por el delito de deserción.
Una joven que cumplía con el Servicio Militar Obligatorio denunció que fue violada por un cabo cuando ella tenía 17 años y que su denuncia le trajo como consecuencia maltrato físico y verbal. Desde la institución, en tanto, iniciaron una causa acusándola de deserción ante la justicia militar.
El caso fue reportado por La Tercera PM en un reportaje en el que cuentan detalles de la presunta violación.
La agresión
La joven, de iniciales M.F.G., vivía en Puente Alto cuando decidió partir como voluntaria al regimiento de Antofagasta. Llegó a la 3.ª Brigada Acorazada “La Concepción” en abril, y el sábado 16 de junio, a dos meses de su cumpleaños n° 18, habría sido agredida sexualmente por el cabo segundo de iniciales R.G. (28).
En su relato, al que tuvo acceso el citado medio, la joven señaló que ese día salió del regimiento junto a un grupo de amigas. Una compañera estaba en la calle con el cabo en cuestión, quien se ofreció a llevarlas en su auto. Cuando su acompañante partió hacia el centro de la ciudad, R.G. le habría pedido que fuera con él a comprar unas empanadas, pero en el trayecto se habría desviado hasta una zona apartada de la playa Juan López.
La joven le habría pedido al cabo en reiteradas ocasiones que regresaran, y cuando se subió al auto para presionarlo, éste la habría violado. Posteriormente le habría exigido que borrara los mensajes de WhatsApp que él le había enviado en los días previos, y la llevó de vuelta al centro.
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La denuncia
Dos días después de la agresión, el 18 de junio, la joven se acercó al mayor Diego García para denunciar lo sucedido. Su reacción habría sido preguntarle cómo podía comprobar si es que no se trataba de una relación consentida o a cambio de dinero. Sin embargo, le aseguró que hablaría con una de las autoridades del regimiento y le sugirió hacerse un test de embarazo casero, el cual salió positivo, pero que a repetirlo el 28 de junio en el Hospital Militar del Norte dio negativo.
M.F.G. acusa que nadie la envió a hacerse un chequeo médico. Recién el 4 de julio, fecha en que la Fiscalía comenzó a investigar la denuncia, regresó al Hospital Militar del Norte para ser atendida por la ginecóloga Virginia Manss, quien constató lesiones e inflamación. Los exámenes, sin embargo, habrían desaparecido.
El trato que recibió la joven tras realizar la denuncia sólo empeoró su situación. Según relató a su abogado, una cabo segunda la obligó a transitar desnuda en punta y codo desde la litera hasta los baños por haberse retrasado en sus tareas. En otra ocasión, la pareja del presunto agresor la abordó a la salida de una ceremonia en la que se encontraba con su mamá.
Reacción del Ejército
M.F.G. viajó a Santiago con permiso el 16 de julio, y se quedó hasta el 2 de agosto, días durante los cuales su mamá y su abuelo viajaron hasta Antofagasta para hablar con el general de la División, Rafael Fuenzalida, quien les habría asegurado que apartaría a la joven de su agresor, algo que nunca se habría concretado.
Es por eso que el 18 de agosto, estando de franco, partió a Santiago y nunca regresó, decisión alentada por su familia, quienes se preocupaban por su integridad física y emocional.
El panorama empeoró cuando la madre recibió la siguiente carta del mayor Diego García -a la que tuvo acceso La Tercera PM-:
“Mediante la presente, tengo el agrado de saludarle y a la vez lamentamos que el motivo de esta carta sea para informarle que vuestra hija M.F.G, que se encuentra cumpliendo su Servicio Militar en esta Brigada Acorazada, la cual no se recogió a la unidad después de su permiso franco del día 18 de agosto de 2018, extendiendo su permiso al 26 de agosto de 2018. De acuerdo a lo anteriormente expuesto se dará cumplimiento a lo establecido en el Código de Justicia Militar al confirmarse el delito de deserción cometido y procederemos a enviar a los tribunales competentes los antecedentes reglamentarios con el propósito de dar inicio a su baja de la institución por la causal de incumplimiento de deberes militares, con nota de conducta mala y sin valer militar”.
La diputada Jenny Álvarez (PS) se enteró del caso y lo hizo llegar al ministro de Defensa, Alberto Espina. Sin embargo, la mamá de la joven asegura que “del ministro nosotros no esperamos nada, porque cuando la diputada habló, él ya sabía del caso y recomendó no meterse”. Desde la cartera de Defensa, en cambio, afirman que el ministro puso los antecedentes a disposición del Ministerio Público
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M.F.G terminó su enseñanza media en el Colegio San Cayetano de Puente Alto y actualmente se encuentra con tratamiento psicológico.