La congregación de los Sagrados Corazones emplazó a que renuncie.
La congregación de los Sagrados Corazones emplazó a que renuncie.
Una serie de críticas ha generado el comunicado emitido por la Nunciatura Apostólica de Chile que manifiesta su apoyo a la designación de monseñor Juan Barros como obispo de la Diócesis de Osorno. Una situación que se genera a raíz de los nexos del sacerdote con Fernando Karadima.
Uno de los críticos es James Hamilton, quien manifestó “sentir vergüenza” ya que sostuvo que: “Barros es una persona muy peligrosa, era el brazo armado de Karadima y para los que conocemos la verdad de la historia es una cosa insólita”.
En tanto, y a través de una editorial, el superior provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones, Alex Vigueras, se sumó a las críticas. En el texto, titulado “Monseñor Juan Barros debiera renunciar”, Vigueras asegura que el nombramiento los ha dejado “perplejos”. De este modo sostiene que “no se ha tomado suficientemente en cuenta el hecho de que esté comprometido en las acusaciones de abusos realizadas en contra de Fernando Karadima” y que la decisión “parece haber sido llevada adelante en solitario por el Nuncio Apostólico, sin el respaldo de la mayoría de los obispos de Chile”
Las críticas de la congregación fueron respondidas por Juan Barros, quien a través de un comunicado expresó que “jamás” tuvo conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima. “Jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos”, agregó.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
