Un panorama que se puede ver en las playas chilenas son los grupos de argentinos tomando mate, una bebida que aseguran es social y que revitaliza el cuerpo y el alma. Algo que en Chile fue desplazado por el té en las generaciones anteriores.
"Hay estudios que demuestran que disminuye la oxidación del colesterol malo, que a medida que aumenta éste y está oxidado produce más riesgos cardiovasculares", explica la bioquímica Valerie Engler.
"Tengo termos de un litro de agua, y cuando estoy nervioso puedo llegar a tomarme cuatro. Sólo dos cuando estoy tranquilo", asegura el argentino erradicado en Chile, Juan Manuel Cornejo.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.