Diego Lastra, de 27 años, perdió la vista de uno de sus ojos, según acusan sus cercanos, luego de ser herido por funcionarios de Carabineros. Desde la familia del joven emplazaron al presidente Sebastián Piñera a tomar cartas en el asunto mientras que el Colegio Médico llamó a que se revisen y respeten los protocolos de los uniformados.
Diego Lastra (27) fue a pasar la celebración de Año Nuevo en Plaza Italia, sin embargo, los ánimos festivos se convirtieron en una emergencia cuando fue herido por funcionarios de Carabineros, según acusan sus cercanos, quienes le dispararon una bomba lacrimógena a corta distancia.
El joven, estudiante de 7° año de Medicina de la UDP, fue trasladado durante esa madrugada hasta el Hospital Salvador, donde fue sometido a distintas intervenciones quirúrgicas, y finalmente la tarde del jueves se conoció su diagnóstico: pérdida de vista y globo ocular.
Durante la mañana de este viernes, su familia y amigos realizaron un punto de prensa en las afueras del recinto de salud en el que emplazaron al presidente Sebastián Piñera para que tome cartas en el asunto. Además, se informó que durante la tarde de ayer la Fiscalía Nacional abrió una investigación por el caso y que la familia, en conjunto con el INDH, también planea presentar acciones legales.
Con respecto al estado de salud de Diego, el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, señaló que el joven se encuentra estable y que “una cosa que queremos destacar es que él tiene un temple y entereza tremenda, dice que esto lo motiva más para seguir luchando para que las cosas puedan mejorar en el país y está muy agradecido preocupación de su entorno”.
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El médico realizó un llamado a que se revisen y respeten los protocolos de Carabineros: “Claramente, y en eso somos categóricos, estamos en presencia de una falta absoluta del respeto de los protocolos que existen para el uso de armas disuasivas”, aseveró.
Meza además relató que cuando una bomba lacrimógena es lanzada a corta distancia, actúa como un proyectil, por lo tanto su impacto puede generar consecuencias como las del profesor herido en Valparaíso, quien perdió un ojo y además sufrió una fractura de cráneo.
En tanto, María José Tapia, mamá de Diego, relató que su hijo “es un joven muy preocupado por la acción social, trabaja junto al Sename y sabe de la injusticia social que se está cometiendo en este momento”.
“Yo era una persona más que estaba detrás de la televisión, que veía como Fuerzas Especiales y Carabineros reprimían a los jóvenes, pero era un espectador solamente y hoy estoy aquí. Quiero dirigirme al señor Presidente para pedirle que por favor basta, estoy acá en este momento porque no quiero que hayan mas madres con hijos mutilados”, continuó.
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“Presidente, cambie el sistema de Carabineros, cambie la institución, renuévela. Señor Piñera, escuche a los jóvenes, escuche al pueblo, no le pide grandes cosas, no pide cosas inalcanzables, solo piden paz, justicia y libertad. Basta de violencia, de gente mutilada, de muertos. Queremos un país libre”, cerró.
Desde el Colegio Médico informaron que sólo en la Unidad de Trauma Ocular del Hospital Salvador se encuentran 277 pacientes que han tenido trauma ocular grave y que estiman que a nivel nacional la cifra asciende a 360 personas. De ellos un número importante va a requerir el uso de prótesis, mientras que 2 personas quedaron absolutamente ciegas (Gustavo Gatica y Fabiola Campillay).