CHV Noticias revela antecedentes exclusivos sobre el suicidio de la joven universitaria, tales como amenazas y un círculo de información que no logró resguardar a una víctima de violación. Este martes es la formalización del único imputado por el abuso sexual, quien también enfrenta otros cuatro casos similares.
“Sacado de contexto” y “editado” eran los calificativos de Martín Pradenas para describir uno de los pocos registros que hay sobre la supuesta violación de la que habría sido víctima Antonia Barra, antes de quitarse la vida.
Los comentarios de quien este martes pasa a formalización por el delito de abuso sexual fueron difundidos a través de un video en el medio regional Libertad Digital.
“En cualquier momento ella podría haberse ido, podría haber dicho ‘no, no quiero ir hacia allá’ y yo en ningún momento la podría haber forzado”, dijo el joven.
Sin embargo, para Cristina Rojo, ex líder de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, tras ver el registro completo del video que Pradenas acusa fue editado, Antonia fue forzada.
“Es atroz el video. Este sujeto a lo mejor viene con un historial hacia atrás. Aquí van a tener que visualizar bien, ver los psicólogos el perfil de él”, agrega la experta.
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Si bien los cargos de abuso sexual sobre los cuales se formaliza a Pradenas se extienden a cuatro personas más, en realidad el número de víctimas podría llegar a las ocho.
Para el abogado defensor de Martín Pradenas, Gaspar Calderón, los registros “no permiten ninguna interpretación” y sólo reflejan a “una pareja que se dirigen sonriendo, con algunos actos que sí indican que aquí venía algo en relación con lo que iba a pasar”.
Antes de llegar a la cabaña, Antonia había estado en la discoteque Sala Murano con su amiga Consuelo, quien se había retirado con su pololo. La joven quedó sola con un amigo, Emilio Govich, quien la vio en buen estado hasta que se fue con Martín. En el momento, asegura, vio a Antonia tambaleante, casi apoyándose en él.
Eventualmente, Martín llevaría a Antonia rumbo a una cabaña que había arrendado junto a unos amigos. En uno de los tres dormitorios se consumaría la violación que fiscalía le imputa a Pradenas.
Tras esto, Antonia envió mensajes de audio y texto a Consuelo, en los que pedía que la fueran a buscar y afirmaba había sido violada. Así, la terrible experiencia de la joven queda entre un pequeño grupo de amigos.
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Posteriormente, Rodrigo Canario, ex pololo de Antonia, se entera de lo sucedido en Pucón. Lejos de buscar una forma de apoyar a la joven o entender lo ocurrido, Rodrigo le escribió que era “repugnante” y “una cerda de m…”.
Ella lo llamó tras haber sido atacada de esta manera para explicarle lo que había pasado. Sin pensar que esta sería una evidencia clave, él grabó la conversación: “Lo único que me acuerdo fue haber despertado o estar más consciente y él estaba arriba mío y yo le dije ‘sale m…’, me sentí y me fui (de la pieza) y llamé a la Consu porque ni siquiera me veía capaz de seguir sintiéndome así, sintiéndome violada”.
Ese mismo 12 de octubre en que Antonia confesó lo ocurrido a Rodrigo, Martín se enteró y llamó a Antonia. Tras conversar por un minuto, ella devolvió el llamado por otro minuto más. Según la madre de su ex pololo, Luisa Aguayo, la joven la llamó para decirle que Pradenas habría estado increpándola por haberlo “funado”.
El domingo Antonia fue encontrada sin vida en el segundo piso de su hogar.
Y si bien el principal acusado por la fiscalía asegura haber colaborado en todo lo que se le ha pedido, hay algunas evidencias que habrían sido eliminadas por el joven. El celular que manejaba, por ejemplo, era nuevo y no correspondía al mismo que utilizó cuando ocurrieron los hechos investigados.
De hecho, el antiguo dispositivo móvil lo tuvo hasta dos días después de que Antonia se suicidara, ya que habría sido destruido por su propia madre, Paola Dürr. “De pronto me vino mucha angustia y rabia y en un acto de arrebato, tomé el teléfono de Martín y lo tiré al suelo, lo pisé y rompí”, sostuvo la mujer.
Asimismo, más de 14 mil fotografías fueron borradas del computador antes que este fuera entregado para su peritaje. La cuenta de Instagram que manejaba Martín Pradenas también fue eliminada.
Por último, y apelando a su derecho a guardar silencio, Pradenas se negó a realizarse el peritaje psicológico.
Este martes Martín Pradenas es formalizado por los delitos de abuso sexual, incluido el de Antonia Barra, por lo que se solicitará prisión preventiva.