El secretario de Estado se refirió las críticas a propósito de las licitaciones públicas que se hicieron para realizar la campaña comunicacional sobre la conmemoración del golpe de Estado. “Una de las ventajas de la licitación pública es que todas las personas tienen conocimiento qué se licita, cuándo se licita y los montos y mecanismos de evaluación para cada una de las propuestas”, indicó la autoridad.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, se refirió a los cuestionamientos de la oposición y en particular de Renovación Nacional (RN) surgidos a raíz de las licitaciones públicas que se hicieron para realizar la campaña comunicacional sobre la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
Respecto al tema, el secretario de Estado explicó que las campañas se trata de licitaciones públicas y aseguró que considera que en este tema se está “haciendo polémica por respirar”.
Asimismo, Cordero indicó que le parecía “curioso” que se esté discutiendo una licitación pública, recogió Teletrece.
“Una de las ventajas de la licitación pública es que todas las personas tienen conocimiento qué se licita, cuándo se licita y los montos y mecanismos de evaluación para cada una de las propuestas. La licitación está arriba en el portal, está en proceso y las condiciones de su difusión son relativamente conocidas”, indicó la autoridad.
En esa línea, agregó que la conmemoración también es un asunto público y que “las coordenadas de discusión están ahí disponibles“.
“Estamos hablando de un procedimiento concursal, que es competitivo, que es muy claro a qué se refiere desde el punto de vista del propósito comunicación. A ratos tengo la sensación de que hacemos del respirar una polémica, y eso se parece bastante a hacer una polémica sobre un llamado a licitación”, aseveró.
El secretario de Estado también se refirió a la discusión en torno al golpe de Estado durante una entrevista con Radio Pauta, en la que expresó que “soy un institucionalista furioso y creo que los diferencias de la política se resuelven a través de las instituciones, no por otro medio”.
En esa línea, expresó que la relevancia del país hasta el quiebre democrático era el “resguardo de sus instituciones (…) Lo que al menos deberíamos estar de acuerdo es que en un sistema democrático un presidente de la República electo democráticamente se debe respetar en su mandato y al menos deberíamos estar de acuerdo en que si tenemos diferencias políticas las resolvemos de maneras institucionales”, señaló.
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