1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
El jefe de cartera expresó que el mayor desafío es generar confianza en la comunidad educativa. "La presencialidad de forma segura es fundamental para entregar una educación más completa", dijo.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, volvió a manifestar su idea de retomar las clases presenciales en cuánto la situación sanitaria lo permita, ya que de acuerdo a la autoridad, “todos los establecimientos han recibido apoyo”.
En entrevista con el diario, La Estrella de Arica, Figueroa expresó que han entregado kits sanitarios y recursos para “así poder mejorar las medidas de resguardo, incluso los mismos establecimientos han preparado sus planes”.
Además, manifestó que existen las condiciones para retomar la presencialidad en los colegios: “están todas las condiciones para que puedan dar ese paso, que insisto, es fundamental para sus alumnos”.
En ese sentido, la autoridad manifestó que existe una “evaluación positiva” respecto a esta medida, ya que “existe un alto número de establecimientos que tienen sus puertas abiertas y en estos lugares, el proceso de incorporación de alumnos ha ido en constante aumento a medida de que las familias van verificando que en concreto los protocolos sanitarios se cumplen. A eso se incorpora el proceso de vacunación de los trabajadores educacionales”.
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Por otra parte, el jefe de cartera agregó que el mayor desafío es generar confianza en la comunidad educativa. “La presencialidad de forma segura es fundamental para entregar una educación más completa”, dijo.
Finalmente, explicó que “la prolongada suspensión de clases presenciales afectó de manera lamentable los ritmos de aprendizaje a todo nivel, muy particularmente en el sector técnico profesional, donde resulta que era evidente que al suspender las clases, la formación práctica se vio muy afectada”.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.