El sorpresivo fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera, uno de los líderes de la centrodrecha, ha generado incertidumbre sobre el futuro político en Chile, mientras se comienza a especular sobre posibles sucesores y la unidad del sector.
Tras la trágica partida del expresidente Sebastián Piñera, el escenario político en Chile se ve sacudido por la incertidumbre sobre quién ocupará su lugar tanto en la derecha como en la carrera presidencial.
Este vacío deja a muchos reflexionando sobre el futuro del país y la continuidad del legado político del líder fallecido.
Durante el velatorio del exmandatario, las miradas ya se dirigen hacia posibles sucesores, con la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, emergiendo como una figura prominente. Su nombre resuena como una de las cartas más fuertes para continuar la labor de Piñera.
“Todos saben que la persona mejor evaluada es Evelyn Matthei. Ella tiene las características, aptitudes, mérito, trayectoria para ser ella (la sucesora de Piñera). Creo que naturalmente, y no estoy diciendo ningún secreto, ella es una carta importante en la centroderecha“, sostuvo el exministro Rodrigo Hinzpeter.
“Fue una persona muy cercana al presidente, que compartió valores, fue ministra y conversó. Tuvo en el último tiempo muchas y profundas conversaciones con el presidente, precisamente para hablar del presente y el futuro de Chile”, aseguró, en tanto, la exministra Isabel Plá.
Sin embargo, el panorama no está exento de controversia y debate. Mientras algunos respaldan firmemente a Matthei, otros advierten sobre los peligros de politizar el dolor de la familia Piñera en un momento de duelo y reflexión.
“Los liderazgos no se decretan, se construyen en la práctica y la verdad que cualquiera que trate de sacar provecho en estas horas de dolor para la familia Piñera, en primer lugar, y de profunda reflexión para el pueblo chileno, está sacando un cálculo muy menor“, indicó el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
Alianza desde Demócratas hasta Republicanos
La unidad se presenta como un valor crucial en este contexto político. Aunque se ha mencionado la posibilidad de una gran coalición que abarque desde Demócratas hasta Republicanos, las discrepancias ideológicas y estratégicas plantean desafíos significativos para su realización.
“Probablemente, hacer una gran coalición desde Demócratas hasta Republicanos sea imposible. Pero si Chile Vamos y Demócratas hacen su trabajo y los Republicanos por su lado y cada uno busca los caminos para servir a Chile, se logra, desde una perspectiva estratégica, articular una forma de unidad que preserve la identidad de cada cual, expresó el exministro Hernán Larraín.
En tanto, el presidente de Renovación Nacional (RN), Rodrigo Galilea, aseguró que “tenemos conversaciones hace un buen tiempo con Amarillos y Demócratas, también conversamos con Republicanos. La idea es que en las elecciones próximas tener una plantilla de concejales, de alcaldes, de gobernadores y de Cores, que sean gente que le haga bien al país y que ojalá se transmitan lo que eran las virtudes del presidente Piñera”.
La relación entre Chile Vamos y los Republicanos se vislumbra como uno de los obstáculos más difíciles de sortear.
José Antonio Kast, líder de los Republicanos, insiste en la prudencia política en este momento de duelo nacional. “Ya vendrán momentos para debatir y conversar. Creo que no es el momento de hablar de política“, añadió.
Cuestionamientos al Gobierno durante su periodo como oposición
Mientras tanto, se renuevan las críticas hacia la administración de Gabriel Boric por su desempeño durante el mandato de Piñera. Si bien se valoran los gestos de respeto hacia el expresidente, resurgen las voces que cuestionan la efectividad de la oposición durante ese período.
“Valoro los gestos (del Gobierno), porque creo que eso es importante, pero ojalá aprendan, porque la oposición que le hicieron al gobierno de Piñera ha sido, por lejos, la peor oposición que ha habido en Chile“, expresó el exministro Pablo Longueira.
Por lado del oficialismo, el diputado del PPD, Ricardo Lagos Weber, aseguró que “uno no puede cambiar la historia, pero puede cambiar y repasar lo que se dijo y decir ‘tal vez fue excesivo la forma en que abordamos ciertos temas’, sobre todo a partir de lo que hemos visto y lo difícil que es el arte de gobernar”.
En medio de este escenario, se destaca el legado de Piñera como un líder que dominó el “arte de gobernar”, dejando a la derecha chilena en un proceso de reorganización y redefinición de su futuro político.