La ministra reflexionó sobre los aprendizajes derivados de esta crisis, que ha golpeado en particular al Gobierno, y enfatizó la necesidad de mejorar la rapidez en la toma de decisiones en casos de violencia sexual.
Han transcurrido más de 45 días desde la denuncia pública por violación contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva.
El caso, que ha sacudido la política y al Gobierno, también reveló la exclusión de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, en el manejo del asunto, lo que generó tensiones dentro del Ejecutivo.
Esto, luego de que el Presidente Gabriel Boric optara por confiar en sus asesores más cercanos, dejando a Orellana al margen. Esta situación ha generado una ola de críticas, especialmente en el marco de un Gobierno que se autodenomina feminista.
En conversación con La Tercera, la secretaria de Estado reflexionó sobre los aprendizajes derivados de este hecho y destacó la importancia de la rapidez en la toma de decisiones en casos de violencia sexual, un ámbito en el que considera que el Gobierno debe mejorar.
La ministra también mencionó que la denuncia contra Monsalve y otros casos de violencia sexual que han salido a la luz, como el del exfutbolista Jorge Valdivia, han marcado un cambio cultural en el país, donde los delitos sexuales “ya no son tolerados”.
“La salida del subsecretario era una necesidad para dar las garantías del derecho procesal y de una correcta investigación”, expresó.
Por otro lado, Orellana abordó la falta de protocolos claros en La Moneda para tratar denuncias de violencia sexual entre funcionarios públicos, señalando que, si bien existen protocolos para los funcionarios, los subsecretarios y ministros tienen responsabilidades políticas que no están sujetas a los mismos procedimientos administrativos.
A pesar de ello, la ministra subrayó que el Ministerio del Interior encargó una investigación a la Contraloría para esclarecer las responsabilidades políticas en torno al manejo del caso.
Sobre la premisa de que el Gobierno creyó inicialmente la versión de Monsalve, quien se presentó como la víctima de un posible delito de extorsión, la autoridad aseguró “no estar de acuerdo”.
“Lo que creo es que se tomaron medidas, y como ya dijo la ministra Tohá, se debieron tomar con mayor celeridad. Y creo que lo más relevante es que aquí se haga justicia“, añadió.
Además, Orellana subrayó que su rol como ministra de la Mujer no es el de criticar o contradecir al resto del Gobierno, sino impulsar una agenda que “mejore la vida material de las mujeres”.
En este contexto, defendió los avances que su ministerio ha logrado en áreas como pensiones de alimento, inserción laboral femenina y la implementación de la Ley Antonia contra la violencia.
“Ser un Gobierno feminista no es un relato, una causa o una cuña, es tener una agenda que mejora la vida materialmente de las mujeres. Y en eso tenemos avances significativos (…). Hechos que al 2026 nos van a permitir señalar que gobierno feminista significa que se mejoró la vida material de la mujer”, aseguró.
Además, señaló que “aquí hay procesos que dejan aprendizajes que creo que ya fueron señalados por la ministra Tohá”.
En relación con la crítica que apunta a que la ministra fue marginada de decisiones clave, Orellana negó que hubiera una exclusión directa de su ministerio, destacando que el Gobierno, en general, ha tomado decisiones con base en las circunstancias de cada caso.
En cuanto a la percepción de que la reacción del Gobierno fue lenta, la autoridad reconoció la crítica de la ministra Carolina Tohá, quien señaló que la salida de Monsalve debió haberse dado con mayor celeridad.
“Este fue un tema en el que está claro cómo se tomaron las decisiones y no hubo una exclusión específica al Ministerio de la Mujer. No lo tomaría desde ahí, no lo tomo como algo personal. Esto no se trata de nosotros. No se trata del Gobierno. Hay una víctima y un proceso de justicia que tiene que avanzar. Y en ningún caso soy la víctima”, explicó.
En ese sentido, Orellana afirmó que “mi principal preocupación en este momento tiene que ver con que reafirmemos el sistema y sus principios, porque ha costado mucho trabajo en muchas generaciones para que la violencia sexual se denuncie”.
Denuncia contra Boric y comparación con Caso Monsalve
Por último, la ministra se refirió a la denuncia contra el Presidente Boric, que salió a la luz esta semana, y defendió el proceso judicial, aclarando que los hechos involucrados son distintos y no comparables con los de Monsalve.
Aseguró que, en cuanto a la estrategia jurídica del Presidente, se siguió el consejo de su abogado, quien estimó que el momento más adecuado para dar a conocer la denuncia era cuando “se tuviera más claridad sobre los detalles”.
La ministra también descartó que haya existido una presunta empatía desde el Presidente Gabriel Boric hacia Monsalve al enterarse de la denuncia por violación, teniendo en cuenta la propia acusación por filtración de imágenes privadas en su contra.
“No, esto está fundado en los trascendidos que ha hecho el entorno de Manuel Monsalve y no me voy a prestar para comentar algo que es parte de su estrategia judicial. Son hechos completamente distintos”, sentenció.