1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
El ex senador afirmó que está disponible para "cerrar las heridas" que dejó la dictadura y "esa etapa de dolor con las familias que vivieron la violencia política".
El ex presidente de la UDI, Pablo Longueira, aseguró estar abierto para “cerrar las heridas” generadas por los crímenes contra los Derechos Humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, e incluso se mostró disponible para trabajar en la libertad de los asesinos del ex senador Jaime Guzmán.
En entrevista con Mesa Central de Canal 13, el ex timonel reiteró su intención de presidir la tienda tras el período de Jacqueline van Rysselberghe.
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“Voy a competir por la presidencia de la UDI”, afirmó y, aunque reiteró que el plebiscito es innecesario, señaló que el próximo año será de mucha importancia por las elecciones de los constituyentes.
“Estoy formando un equipo de la directiva”, afirmó, agregando que “voy a levantar un equipo de jóvenes que yo estimo que son los que debieran conducir la UDI”.
Además, reconoció que el gremialismo ha cambiado mucho y que “yo soy parte de una etapa que termina el 2022″.
Respecto a la actual Carta Magna, el ex senador subrayó que “la Constitución del 80 cumplió una etapa” y que, por lo tanto, “tenemos que ir avanzando en un país más justo”.
Bajo la misma línea, señaló: “hay que cerrar esta parte de la historia con nuestros dolores, con nuestros aciertos. Eso es lo que quiere la ciudadanía, no podemos seguir arrastrando a las futuras generaciones”.
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También expresó que hay temas pendientes.
“Me gustaría discutir en cómo cerramos esa etapa de dolor con las familias que vivieron la violencia política, con miembros de las Fuerzas Armadas que fueron parte de esa violencia política (…) me gustaría ver de qué forma los que asesinaron a Jaime Guzmán también obtengan la libertad. Creo que hay que saber cerrar las heridas en un país, con altura, con grandeza, sin venganza, con humanismo”.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.