Deivis Agüero y Constanza Ruiz resolvieron el conflicto que los enfrentó tras un violento episodio captado en video. La firma del acuerdo, con enfoque restaurativo, busca servir como ejemplo de reconciliación y respeto entre ciudadanos.
Deivis Agüero (56), un conductor venezolano de la aplicación InDrive que fue golpeado y amenazado por la pasajera Constanza Ruiz (25), se reencontró con ella en una notaría en Providencia para firmar un acuerdo que puso fin al conflicto.
En la reunión, la joven ofreció disculpas y se comprometió a seguir un tratamiento psicológico.
El encuentro ocurrió tras una inicial negativa del conductor, quien, a través de su hijo Ronald, había rechazado reunirse con Ruiz, responsable de insultos, amenazas y agresiones hacia él. Según informó El Mercurio, la reunión tuvo lugar en las afueras de una notaría en el sector oriente de Santiago.
En el lugar, Deivis expresó su deseo de evitar que situaciones similares se repitan y destacó la importancia de resolver el conflicto. “No me gustaría que esto le volviera a pasar a otra persona. Por eso quise llegar a un acuerdo”, comentó el conductor, cuyo caso se viralizó en redes sociales.
Por su parte, Constanza Ruiz reiteró su arrepentimiento y manifestó la esperanza de que sus disculpas fueran aceptadas. “Quería que él aceptara mis disculpas, aunque entendía si no lo hacía. Creo que esto muestra que, con arrepentimiento y disposición, incluso los conflictos más extremos pueden resolverse”, señaló la joven, estudiante de ciencias de la actividad física.
Tras la viralización del video del incidente, Ronald, hijo de Deivis, contactó al abogado venezolano Braulio Jatar, quien propuso un acuerdo con un enfoque restaurativo más que punitivo. Paralelamente, una conocida de Ruiz se acercó al representante legal del conductor para intentar mediar en el conflicto.
Finalmente, ambos firmaron un acuerdo notarial en el que Constanza pidió disculpas, aceptadas por Deivis, y se comprometió a seguir un tratamiento psicológico. El documento también incluyó un mensaje para promover la convivencia pacífica entre ciudadanos chilenos y extranjeros.
“Las partes acuerdan que este caso sirva como ejemplo para fomentar el entendimiento mutuo y la construcción de una sociedad basada en la buena voluntad, el respeto, la justicia y la compasión”, reza el escrito firmado, que busca contribuir a una mejor convivencia en Chile.