En la instancia, el mandatario afirmó que va a hacer todos los esfuerzos "para que en Chile no haya impunidad" tras el estallido social.
Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del COVID-19, los liderazgos mundiales y la forma en que Chile abordó la crisis post 18 de octubre fueron los temas que marcaron la intervención del presidente Sebastián Piñera este martes en la 75ª Asamblea General de la ONU.
Pandemia en Chile
Con respecto al escenario local, el mandatario aseguró que “en Chile nuestra primera prioridad y ocupación es proteger la vida y salud de todos nuestros compatriotas y especialmente adultos mayores y grupos de riesgo”.
En ese sentido, recalcó que el “gobierno desarrolló un plan de protección social para proteger los empleos e ingresos de las familias” y que “casi 3 de cada 4 chilenos están hoy protegidos por esta red de protección social que juntos hemos construido durante estos seis meses de emergencia”.
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Orden económico mundial
El mandatario chileno recalcó en su discurso la necesidad de “evitar que esta crisis sanitaria termine convirtiéndose en una crisis económica y social grave, permanente” y que “esta pandemia nos ha mostrado la necesidad de fortalecer la colaboración y gobernanza internacional”.
“En estos tiempos de crisis es cuando más necesitamos liderazgos y colaboración entre todos los países. Las grandes potencias, en vez de confrontarse permanentemente en terreno económico y sanitario, debieran liderar la lucha contra la pandemia, para salir de la recesión y no generar el gran y preocupante vacío de liderazgos que observamos hoy“, dijo.
Autoritarismos y el caso de Venezuela
Piñera afirmó que “debemos unirnos para que evitar que esta pandemia fortalezca autoritarismos y populismos que han intentado aprovecharse de la crisis” y, de este modo, “no sacrificar libertades que con tanto esfuerzo hemos conquistado”.
El gobernante también se refirió a la situación que vive Venezuela, luego de que un informe de la ONU constatara crímenes de lesa humanidad, y aseguró que el país “está sufriendo la más grave crisis política, social, económica y humanitaria de su historia”.
“Estamos convencidos que la solución es que se realicen elecciones libres y democráticas“, añadió.
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Estallido social y plebiscito
“A fines del año pasado surgieron en Chile y otros países del mundo, movimientos sociales, chilenos que salieron a las calles a demandar mejoras“, relató el mandatario sobre el escenario que se vivió durante los últimos meses de 2019.
“El gobierno escuchó y puso en marcha una nueva agenda social para avanzar en la solución a estas demandas”, dijo, y añadió que “lamentablemente, aprovechándose de estas manifestaciones, grupos minoritarios provocaron una enorme explosión de violencia“.
Frente a eso, Piñera aseguró que “mientras ejercíamos nuestro deber de restaurar el orden público y resguardar seguridad ciudadana, el gobierno tomó todas las medidas y precauciones para garantizar el respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas”.
En la misma línea, indicó que “vamos a hacer todos los esfuerzos para que en Chile no haya impunidad, ni para quienes atentan contra los derechos humanos ni contra los violentistas”.
Finalmente, el mandatario destacó que el país optó por “una salida institucional” a través de la reforma que permitió el plebiscito del próximo 25 de octubre y afirmó que “estoy convencido de que la inmensa mayoría de los chilenos queremos perfeccionar o modernizar la Constitución“.
“Tenemos que aprender de las lecciones del pasado. Una casa dividida no puede prevalecer, estamos convencidos de que no habrá justicia social sin crecimiento y desarrollo“, cerró.