La meticulosa planificación del millonario asalto a Brinks en Rancagua: Testigo revela pruebas claves para la indagatoria

Por Arelí Zúñiga

22.08.2024 / 08:50

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A pesar de las detenciones, los $12 mil millones sustraídos siguen sin aparecer, y la Fiscalía continúa investigando la participación de los sospechosos en el audaz asalto, que ha conmocionado a la comunidad a nivel nacional.


El millonario robo a una sucursal de Brinks en Rancagua, ocurrido el 16 de agosto de 2023, ha desencadenado una serie de revelaciones impactantes en el expediente de la Fiscalía de O’Higgins.

La investigación ha puesto al descubierto detalles cruciales sobre la planificación del asalto y el papel de los involucrados, incluyendo una testigo reservada que ha proporcionado información clave.

Declaraciones clave y testimonio reservado

Uno de los testigos de la indagatoria, expareja de uno de los 18 sujetos formalizados en el caso, solicitó mantener su identidad en reserva debido a temores de represalias.

En su declaración, realizada el 17 de agosto en la 1ª Comisaría de Rancagua, la mujer describió cómo su expareja, el vigilante de Brinks, Óscar Saavedra, le confesó la planificación del robo.

El relato reveló que Saavedra le había mencionado a su expareja que su novia “enfrentaba problemas económicos para costear un tratamiento médico“, lo que podría haber sido un factor motivador en el plan delictivo, consignó La Tercera.

La testigo proporcionó una fotografía que muestra al guardia de Brinks y a la cajera Ximena Fuentes en una reunión de planificación el 14 de agosto, dos días antes del asalto.

Esta imagen, incluida en la carpeta investigativa, es fundamental para entender la coordinación del grupo criminal.

El fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, explicó que la banda, que operaba con una estructura jerárquica, contaba con diferentes roles en el plan delictivo. Saavedra fue clave al permitir el acceso de los delincuentes a las bóvedas de la empresa.

Según los registros de cámaras de seguridad, el guardia permaneció en su caseta durante el asalto, lo que sugiere su complicidad en el robo.

Brinks

Evidencias y comunicaciones

La Fiscalía ha analizado varios teléfonos incautados durante las detenciones. En uno de estos teléfonos, perteneciente a Saavedra, se encontraron mensajes que detallan la compra de una propiedad en Rancagua, valorada en $123 millones.

Estos mensajes se produjeron poco antes del robo, lo que sugiere una planificación financiera relacionada con el asalto. Además, las conversaciones entre los miembros de la banda, que se referían al asalto como “la fiesta” y a los involucrados como “los músicos”, indican una coordinación meticulosa del crimen.

Un diálogo significativo del 16 de agosto -el día del asalto- muestra a Saavedra y a otro miembro de la banda confirmando detalles finales del plan, incluyendo el momento exacto en que la operación debía comenzar.

El rol de Óscar Saavedra en el robo ha sido particularmente destacado. En su declaración, Saavedra negó cualquier implicación en el delito y alegó que se mantuvo dentro de la caseta de seguridad durante el asalto por miedo a ser agredido. Sin embargo, las pruebas recopiladas sugieren que su papel fue esencial para el éxito del asalto.

Durante la detención del guardia, se incautaron conversaciones y fotos que confirman su participación en el plan, así como su intento de alertar a sus cómplices sobre las detenciones de otros miembros de la banda.

El arresto de Luis David Candia Abrigo y conexiones delictuales

Luis David Candia Abrigo, otro de los detenidos, también ha atraído atención debido a su historial delictual.

Candia, de 25 años y domiciliado en Pudahuel, es hijo de David Christian Candia Carreño, uno de los detenidos por el robo del siglo en 2020.

El sujeto fue arrestado con una pistola Glock y municiones, y presentó lesiones graves que no correspondían a disparos, según el informe de la Fiscalía. Su amplia trayectoria delictual incluye varios delitos de robo y violencia, lo que añade una capa adicional de gravedad al caso.

Hasta el momento, los $12 mil millones sustraídos siguen desaparecidos. La Fiscalía de O’Higgins continúa analizando la participación de otros posibles implicados en el robo y la búsqueda de los fondos robados.