Producto de la propagación del coronavirus, el referéndum para saber si Chile quiere o no, una nueva Carta Magna quedó fijado para el próximo 25 de octubre. Sin embargo, sigue firme para, de a poco, retomar un proceso que quedará en la historia del país.
Este domingo, Chile debía decidir si está de acuerdo o no con iniciar un proceso constituyente para generar una nueva Carta Magna, y determinar el mecanismo para dicho proceso, pero como ya sabemos la crisis sanitaria postergó la histórica jornada.
Fueron 16 horas de debates, de intenso diálogo, durante la denominada cocina política que se instaló en el ex Congreso hasta las dos de la madrugada de aquel recordado 15 de noviembre.
En la voz del presidente del Senado quedaba entonces la responsabilidad de anunciarle al país la histórica conclusión a la que las fuerzas políticas, habían llegado: el Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución.
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Sin embargo, 25 días antes, el estallido social del 18 de octubre de 2019 era uno de los más grandes descontentos sociales representado en las calles del país; el verdadero primer paso para llegar a la histórica firma del decreto supremo que daba el vamos definitivo al plebiscito para saber si Chile quiere o no, una nueva Constitución.
El 27 de diciembre comenzaba el nuevo debate. Optar o no por una nueva carta magna, el Sí o el No del pasado, se transformaba en el apruebo o rechazo del actual histórico proceso. Los recuerdos se transformaban en presente y la discusión se trasladaba nuevamente a las calles.
La violencia continuaría y aquello generaría las primeras dudas. El acuerdo por la paz, comenzaba a quebrarse, también los pactos, incluso al interior de los partidos. Varios promotores del cambio modificarían su postura.
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Las manifestaciones continuarían, pese a que el coronavirus se instalaba de a poco, pero con fuerza en el país. Luego del primer caso el pasado tres de marzo, los contagios comenzarían a multiplicarse, mientras el COVID-19 estancaba el proceso constituyente y las manifestaciones se despedían con otro histórico momento.
Miles de mujeres marcharon una vez más el pasado 8 de marzo para no ser más postergadas. Sería la última manifestación del histórico estallido en las calles, la última parte de un proceso que volvería a reunir a los parlamentarios. Era momento ahora, de pactar un nuevo cronograma.
Aquel 19 de marzo demoraron 11 horas menos que el 15 de noviembre en llegar a un nuevo acuerdo. Se establecía entonces, el 25 de octubre como la nueva fecha del referéndum.
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¿Qué es lo que viene entonces para las próximas semanas?
Hasta el 6 de junio se podrá modificar el domicilio electoral, el 27 de julio se publicará el padrón auditado y un día después vendrá el momento de las reclamaciones, quedando fijado para el 26 de agosto el Padrón Electoral definitivo y Nómina de Inhabilitados.
Punto aparte uno de los condimentos más sabrosos de estos históricos procesos: las propagandas, cuya nómina de espacios se publicará el 25 de agosto, el 26 se dará el vamos a sus transmisiones y exactamente un mes después comenzará la franja de propaganda televisiva. Nuevo camino, que algunos postulan, ya no será el mismo iniciado en noviembre.
Son los caminos de movimientos e ideales que se entrelazan en torno a un debate que no pudo comenzar este domingo y que tendrá que esperar, pero con la certeza, de que sigue firme para, de a poco, retomar un proceso que quedará en la historia del país.