Facilitar y garantizar el traslado de órganos es uno de los grandes desafíos en Chile tras el caso de Joaquín Bustos. Para eso, parlamentarios gremialistas propusieron la utilización de drones para tramos de hasta 7 kilómetros.
El 19 de abril un dron logró un hito histórico: trasladó exitosamente un riñón, el que luego fue implantado a una paciente de 44 años que permanecía en el Centro Médico de la Universidad de Maryland.
Si bien el recorrido fue corto, abrió la puerta para incorporar nuevas tecnologías en el traslado de órganos, algo que en Chile comenzó a discutirse tras la fallida procuración de los órganos de Joaquín Bustos.
Es por eso que un proyecto impulsado por diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) busca la creación de una flora aérea de salud, para lo cual el primer vuelo de prueba se realizó este jueves en el Estadio Nacional.
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“Para los últimos trayectos de menos de 7 kilómetros pensamos que un dron es efectivo. La idea es formular una red aérea para que nunca más un órgano se pierda“, dijo el diputado Jorge Alessandri.
Desde la Sociedad chilena de trasplantes aseguran que en algunos casos han destinado hasta 90 minutos en trasladar un órgano dentro de Santiago, tiempo que es clave cuando se trata de órganos que resisten poco tiempo fuera del organismo.
José Manuel Palacios, presidente de la Sociedad Chilena de Trasplantes, sostuvo que “si contáramos con un dispositivo como este, todas esas etapas que vienen posterior a la extracción serían mucho más breves“.
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La experiencia estadounidense da cuenta que la utilización de drones podría reducir los tiempos de traslado hasta en un 70%.
De aprobarse la iniciativa en el Congreso, primero habría que introducir modificaciones a la regulación aérea.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.
