Fue a principios de junio cuando un correo electrónico llegó hasta un medio regional en Antofagasta alertando sobre posibles contratos irregulares entre la seremi de Vivienda y la fundación Democracia Viva.
Cuando se publicó, pocos pensaron que esa información generaría uno de los escándalos políticos más grandes del último tiempo y del Gobierno del presidente Gabriel Boric: el Caso Convenios.
Con decenas de organizaciones cuestionadas, varias investigaciones y tres renuncias de autoridades, la polémica ha remecido al oficialismo, pero también están quienes se preguntan qué va a pasar con aquellas promesas hechas por las fundaciones.