El Presidente de la República se refirió a sus declaraciones y decisiones polémicas en estos 70 días de movilizaciones en el país. También aseguró que "lo peor de la crisis ya pasó" y que es tiempo de "aprender las lecciones para construir un país mejor entre todos".
El mandatario, Sebastián Piñera, contó, en conversación con La Tercera, cómo ha vivido estos 70 días de protesta, cómo recibe las críticas, la baja aprobación de su gestión y sobre el cambio en la agenda de gobierno.
El presidente comenzó reconociendo el cambio que ha sufrido el país en 30 años, pero más aún desde que se iniciaron las movilizaciones el pasado 18 de octubre.
Piñera cree que a pesar de que el país estaba creciendo con fuerza, mejorando salarios y creando nuevos empleos, no tuvieron “la suficiente sensibilidad” para ver aquellas grietas que comenzaron a surgir con fuerza. “No teníamos el sentido de urgencia que se requería. Esa es la gran lección de estos 70 días”, admitió.
Sobre su gestión y programa de gobierno, el presidente aseveró que “después del 18 de octubre, los principios y los valores no han cambiado, pero Chile cambió, los chilenos cambiamos, el gobierno cambió y este Presidente también“.
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Siguiendo con lo mencionado, indicó que aún faltan cosas por implementar de la agenda social que tiene preparada y que contempla aumento de pensiones, bonos extraordinarios, estabilizar los precios de los servicios básicos.
Primero destacó la necesidad de una reforma al sistema de pensiones, aunque el mandatario aclaró que mantiene la idea de ahorro individual. “Creemos que el ahorro previsional les pertenece a los trabajadores y queremos proteger ese principio, pero también entendemos que el sistema previsional tiene que incorporar niveles más grandes de solidaridad”, puntualizó.
Sobre salud, el mandatario tiene programado anunciar en los próximos días una reforma que busca “mejorar el acceso, calidad y la dignidad de la salud que reciben las personas. Y esto se va a hacer con una reforma profunda a Fonasa y también a las isapres, creando un plan universal de salud para todos, que le asegura a todo el mundo un plan básico de salud y, por encima de ello, podrá haber planes adicionales”.
El tercer tema en su agenda social, es la creación de una hoja de ruta, que les ayude a “seguir avanzando en las grandes prioridades de los chilenos: empleo, salarios, salud, educación, seguridad ciudadana. Ese gran acuerdo lo requerimos”.
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Errores y declaraciones polémicas
Ante las polémicas que ha generado su actuar y sus comentarios en estos 70 días de manifestaciones, Piñera reconoció que pudiese volver el tiempo atrás no hubiera ido a comer pizzas con su nieto el día en que se produjo el estallido social. “Le habría dicho ‘nieto, se lo prometí, sé que para ti era muy importante, y no habría ido’”, afirmó.
Sobre su controvertida frase de “estamos en guerra”, el jefe de Estado dijo que “fue mal entendida esa palabra” y reiteró que su intención era decir que estaban “enfrentando a un enemigo poderoso, que no respeta a nada ni a nadie” y que no se debía minimizar el peligro que eso significaba.
También reconoció que en estos días de “tantas tensiones, conflictos y decisiones muy difíciles” se cometen errores, pero aseguró que cuando lo hace lo reconoce y se disculpa por ello.
“Un Presidente de la República, especialmente en los tiempos que hemos vivido los últimos 70 días, tiene que tomar decisiones muy difíciles y muchas todos los días. Y salvo que tuviera conexión directa con el Espíritu Santo, no estoy libre de errores y he cometido errores. Lo lamento y pido perdón por ellos”.
Frente al cuestionado uso de la fuerza por parte de uniformados y las violaciones a los derechos humanos que reconocen cuatro informes internacionales, el presidente señaló que está consciente de que “en algunos casos los derechos humanos no fueron respetados, fueron abusados o atropellados por mal criterio o por uso excesivo de la fuerza”.
“Cuando los Carabineros salen a las calles, salen a proteger a la gente, a cuidarla. ¿Significa eso que todos actúan dentro del marco de la ley? No. Estoy consciente de que algunos no respetaron las leyes, no cumplieron los protocolos, hicieron uso excesivo o abusivo de la fuerza o actuaron con mal criterio y atropellaron y violentaron derechos humanos de las personas”, sentenció.
Sin embargo, cree que no hay que generalizar con que toda la institución ha cometido estos actos. “Tenemos 60.000 carabineros en nuestro país y, por lo tanto, no confundamos la acción condenable y repudiable de algunos, con lo que es la institución”, acotó.
Al ser consultado acerca de por qué no consideró remover al general Mario Rozas de su cargo, luego de los incidentes protagonizados por la policía, Piñera aseguró que se debe ser muy cuidadoso y prudente sobre la responsabilidad que a cada cual le compete.
“Tengo la firme convicción de que el general Rozas ha hecho todos los esfuerzos a su alcance para prevenir y evitar atropellos a los derechos humanos y que cuando estos han ocurrido ha hecho todos los esfuerzos para que esos casos no queden en la impunidad a través de sumarios internos de Carabineros y de poner los antecedentes en manos de la fiscalía y de los tribunales”, declaró.
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Cambio de gabinete y acusación constitucional contra Chadwick
En medio del estallido social, el presidente decidió cambiar a las parte de las figuras más cercanas dentro del gabinete, como Cecilia Pérez y Andrés Chadwick. En su lugar puso a personas “más jóvenes, con más cercanía y empatía con la opinión pública” y admitió que haberle pedido la renuncia a sus ministros es “algo que me duele (…) pero estimé que era lo que el país necesitaba“.
Sobre la acusación constitucional que debió enfrentar el ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, el mandatario cree que “esa acusación fue una injusticia“.
“El gobierno hizo lo que correspondía para hacer ver su punto de vista, pero esa decisión la tomó primero la Cámara al acusar y después el Senado al condenar. A mí toda injusticia me produce frustración, amargura. Pero esa decisión la tomó el Senado y el gobierno respeta la Constitución, las leyes y las atribuciones de los poderes públicos”, añadió.
Frente a quienes intentaron agudizar la crisis en los primeros días de movilización y pidieron su renuncia, Piñera apuntó directamente al Partido Comunista como uno de los promotores de esta idea, pero reiteró que Chile es una democracia y que “los que no están de acuerdo con lo que está haciendo nuestro gobierno, van a tener una oportunidad en dos años más cuando toque elegir un nuevo Presidente”.
“No es una práctica democrática ni sana estar pretendiendo que un Presidente electo democráticamente termine su mandato porque algunos sectores están en desacuerdo con la forma en que está conduciendo al gobierno y al país”, manifestó.
Ante la idea de quienes plantean que su figura debe ser menos protagonista para poder calmar los ánimos y lograr acuerdos, el mandatario dijo que ha escuchado con atención ese consejo y que por eso se ve que cada ministro cumple un rol determinado, pero que “el Presidente es el llamado a conducir la acción del gobierno y yo no puedo renunciar a esa tarea“.
Acerca de las proyecciones para el próximo año, el jefe de Estado aseguró que el 2020 será un un mejor año y que está convencido de que “lo peor de esta crisis ya pasó y ahora tenemos que hacernos cargo de aprender las lecciones para construir un país mejor entre todos”.
Sumado a lo anterior, es que cree que en estos dos meses de protesta se ha avanzado mucho y que los chilenos “ya tuvieron suficiente de violencia, de descalificaciones, de odio y que quieren más unidad, más paz, más diálogo“, pero que desean ser escuchados.
“La voz de los chilenos fue escuchada y va a ser respetada por las decisiones que tome nuestro gobierno de aquí en adelante”, anunció.
Para finalizar, el presidente habló sobre el cambio constitucional que se está impulsando. Acerca de esto, dijo que se ha hablado poco sobre los contenidos que podría tener la nueva Constitución y que por ello “aquí en La Moneda, hace unos días planteé algunos principios y valores que me gustaría, y es mi opinión, igual como escucho las opiniones de otros que quieren eliminar muchas cosas, tengo derecho a plantear mi opinión”.
En cuanto a la votación del gobierno en el plebiscito de abril del próximo año, Sebastián Piñera no se aventuró a revelar su opción y señaló que “por respeto, por prudencia, vamos a darles a todos las mismas garantías y oportunidades de expresar sus ideas”.