El neurólogo de Clínica Somno, Boris Mena profundizó en este tema.
Es muy factible que después de almorzar baje sueño, ya que el organismo empieza a trabajar más para procesar los alimentos que consumimos. A esto se suma que la somnolencia generada por un sueño insuficiente en cantidad y/o calidad durante la noche determina una importante deficiencia en la capacidad de concentración.
“Pueden existir faltas de memoria, lentitud de respuestas, cansancion físico y disminusión del rendimiento. Todo esto causando un aumento variable en la siniestrabilidad laboral, personal o a terceros”, señala el neurólogo de Clínica Somno, Boris Mena.
El especialista también manifiesta que de manera fisiológica está demostrado que nuestro ritmo biológico entre las 13.00 y las 15.00 horas siente una fuerte somnolencia y caída de alerta “lo cual debe considerarse en la programación de las labores que requieran mayor concentración y atención”, y manifiesta que “diversos estudios han señalado que los beneficios de una breve siesta en el rendimiento laboral reduce en forma importante la somnolencia diurna, aumenta el rendimiento físico y mejora la condición intelectual, restaurando el nivel de alerta, reduciendo los errores y el riesgo de accidentes”.
El neurólogo de Clínica Somno comenta que las siestas deben ser cortas entre 5 a 30 minutos, tratando de evitar que la persona entre en un ciclo de sueño normal (que dura 45 minutos) “continuar con el sueño hasta llegar a etapas profundas, sin completar un ciclo, puede producir un fenómeno denominado ‘inercia del sueño’ en el cual el individuo se despierta desorientado y con un cansancio mayor al que tenía antes de dormir”.
Ahora bien, si se está pensando en implementar la siesta post almuerzo, es importante tener en consideración que dormir regularmente de manera adecuada, en calidad y cantidad durante las noches, es la mejor herramienta ara mentenerse alerta y sentirse lo mejor posible para trabajar.
“No obstante, los beneficios de tomar siestas no siempre es la mejor opción para todos. Por ejemplo, algunas personas tienen problemas para dormir en cualquier lugar que no sea su propia cama, por lo que es poco probable que duerman una siesta en el trabajo u otro lugar. Una siesta larga o demasiado tarde puede afectar negativamente la duración y calidad del sueño nocturno. Si la persona tiene pronlemas para dormir por la noche, una siesta sólo aplificará los problemas”, señala Mena.
¿A qué nos puede llevar la somnolencia excesiva?
- Insomnio crónico
- Provación crónica del sueño
- Apnea del sueño
- Síndrome de piernas inquietas
- Uso de fármacos sedantes
- Consumo inadecuado de sustancias activantes diurnas
- Diabetes a causa de un mal dormir
Como referencia histórica, cabe señala que la palabra “siesta” tiene su orígen de la secta hora romana, que designa la hora solar sexta, correspondiente a las 12 del mediodía con respecto al sol, o sea, alrededor de las 14.00 horas, momento en el cual se hacía una pausa de la labores cotidianas para descansar y reponer fuerzas.
Mena señala que ante sospechas de somnolencia excesiva lo óptimo es recurrir a un especialista para un oportuno manejo del problema.