Una broma de un estudiante activó las alarmas de Carabineros. El OS9 fue hasta su casa e incautó su celular por amenaza de muerte contra la ministra. El joven acusó el hecho de "jugada mediática del gobierno" y en redes sociales explotó el debate: ¿califica este hecho como amenaza de muerte?
Carabineros respondió ante una amenaza de muerte contra la vocera de gobierno, Cecilia Pérez. Todo apuntó a la intención que tendría un joven de atacarla con una bomba en su casa.
La situación se originó a través de Twitter. Un estudiante de 5° año de Derecho publicó un mensaje a mediados de agosto con una broma que terminó con el OS9 tras sus pasos:
Intervino Carabineros
El OS9 comenzó un operativo que incluyó la revisión de las cuentas en redes sociales de Nicolás González, el estudiante de la Universidad Diego Portales de 23 años que publicó el mensaje en Twitter.
Así fue como, por medio de la cuenta de Instagram de una amiga del joven con quien conversaron, llegaron al domicilio de González donde habría sido detenido, según consignó El Mercurio.
Según Carabineros, se dispusieron medidas especiales de resguardo en la residencia y el en tránsito de la ministra.
“No se debe desestimar ningún tipo de comentario. En este caso se detectó, al menos, la afirmación y la intención de amenazar contra la vida de la ministra secretaria general de Gobierno“, sostuvo el general Jorge Valenzuela en declaraciones al mismo medio.
Lo que dijo Pérez: “No es aceptable”
“No es aceptable. En nuestro país, que ninguna persona se vea amenazada, ni agredida, ni violentada, muchas veces por pensar distinto. Podemos tener discrepancias, pero no puede ser derrotado el argumento y avalado por ninguna circunstancia”, afirmó la secretaria de Estado ante la prensa.
Lo que dijo González: “Es una jugada mediática del gobierno”
En conversación con Radio Futuro, González confirmó que fue incautado su celular por parte de Carabineros en su hogar.
“Me dicen ‘estamos acá por este tweet'”, contó el estudiante tras lo cual, afirmó, le mostraron un mensaje impreso en una hoja.
Puntualizó que “para mí esto jamás va a ser un delito de amenaza”.
Relató que la denuncia la hizo el sábado por la noche personalmente Cecilia Pérez, de acuerdo al parte policial.
Ademas, sostuvo que fueron los mismos funcionarios policiales quienes le dijeron que “encontraban esto una ridiculez”.
“Lo que pasó fue el apercibimiento, tomar mis datos y a qué Fiscalía le compete. Dijo que iba a ser en la Fiscalía de La Florida”, complementó.
En calidad de imputado por el delito de amenazas. Todavía no lo han citado a declarar ni tampoco lo han tomado detenido.
Consultado si está arrepentido, afirmó que “obviamente es desafortunado, no voy a negar que esta no es una gran broma. Pero la verdad es que no estoy arrepentido legalmente de esto porque no es un delito de amenaza”, explicó.
“Este problema es pequeñísimo y se han usado recursos de Carabineros de la noche a la mañana y de Fiscalía (…) si esto llega una instancia de juicio, cualquier persona competente va a decir que aquí no ha habido ningún delito”, enfatizó.
Con todo, acusó una “jugada mediática del Gobierno” con la acción solicitada por la ministra.
¿Califica como amenaza de muerte?
Dos artículos en el Código Penal hacen referencia a las amenazas de cometer un delito, en este caso, provocar la muerte con un artefacto explosivo.
El Artículo 296 señala: “El que amenazare seriamente a otro con causar a él mismo o a su familia, en su persona, honra o propiedad, un mal que constituya delito, siempre que por los antecedentes aparezca verosímil la consumación del hecho, será castigado:
1º. Con presidio menor en sus grados medio a máximo, si hubiere hecho la amenaza exigiendo una cantidad o imponiendo ilegítimamente cualquiera otra condición y el culpable hubiere conseguido su propósito.
2° Con presidio menor en sus grados mínimo a medio, si hecha la amenaza bajo condición el culpable no hubiere conseguido su propósito.
3° Con presidio menor en su grado mínimo, si la amenaza no fuere condicional; a no ser que merezca mayor pena el hecho consumado, caso en el cual se impondrá ésta.
Cuando las amenazas se hicieren por escrito o por medio de emisarios, éstas se estimarán como circunstancias agravantes.
Mientras tanto, el Artículo 297 afirma que “las amenazas de un mal que no constituya delito hechas en la forma expresada en los números 1º o 2º del artículo anterior, serán castigadas con la pena de reclusión menor en sus grados mínimo a medio”.
No obstante, en materia de derecho, algunos especialistas han apuntado a los problemas de la regulación de las amenazas y la interpretación que del código.
“Es un delito que persigue intenciones, más que hechos concretos, y que además requiere que se prueben dos elementos bastante difíciles de acreditar, como son la seriedad y la verosimilitud de las amenazas, lo que complica mucho a los persecutores y a los sentenciadores, ya que estarían, en el evento de sancionar a alguien, castigándolo por algo que, suponemos, iba a realizar en el futuro“, afirmó en 2010 el abogado y defensor regional del Maule, José Luis Craig, en una columna al diario El Centro de Talca.
Libertad de expresión
El tema se convirtió en el tema más comentado en Twitter durante la jornada de este lunes 27. El hashtag #AnochéSoñé, que bromeaba respecto a los alcances del tweet de González, se convirtió en el trending topic número 1, dejando posturas variadas al respecto.
El ex candidato presidencial Tomás Jocelyn-Holt dijo: “Excelente la detención de quién amenazó a Cecilia Pérez. Ya es tiempo de poner atajo a la frivolidad con la que algunos amenazan y después se excusan como una broma. Lo insólito que sea alumno de Derecho y haga la práctica en el Ministerio Público. Bye bye carrera”.
Del mismo modo, la columnista Teresa Marinovic afirmaba: “A los que se ríen de Cecilia Pérez, les pregunto qué les parece recibir una foto de la casa en que uno vive, con la leyenda ‘Sabemos dónde estás’. O bien, una referencia a los lugares donde uno va, con la frase “te vimos acá, ten cuidado”.
En la otra vereda, muchos usuarios reclamaba que la medida es un atentado contra la libertad de expresión, que políticos de oposición como Camila Vallejo han recibido amenazas virtuales mucho más graves y la policía nacional nunca ha reaccionado a tal nivel.
“No soy experto en penal, pero sospecho que un sueño, o tuitear sobre uno, no es delito”, dijeron en Twitter.
Además, se criticó la cobertura mediática, donde sólo se recogió la versión de Carabineros sin contrastar con las declaraciones de González.