La subsecretaria de Bienes Nacionales confesó que Salas (cuestionado por haber emitido boletas por $74 millones a SQM) le pidió matrimonio y aceptó finalmente tras dos años de intentos. "Me enamoró su inteligencia política", admitió.
Una reunión bilateral con el presidente Piñera permitió la ocasión. Alejandra Bravo (PRI), subsecretaria de Bienes Nacionales, le pidió a su pareja de hace varios años, Eduardo “Negro” Salas Cerda (PRI), que almorzaran y así la ayudaba con los temas que iba a tratar.
Era el martes 15 de mayo y se juntaron en un restaurant frente al ex Congreso de Santiago. Allí es donde Salas se la jugó: la miró, se rió y le entregó una caja. ¿Qué había adentro? Un anillo de compromiso.
Bravo, entre nerviosa y emocionada, sacó su celular y le mandó un WhatsApp. “Sí, aceptó”, escribió. Una victoria para Salas que se ganó por insistencia, pues lleva dos años intentando convencerla de casarse y la respuesta siempre había sido, de parte de ella, que no lo haría porque le gustaba mucho su libertad. Es más, Bravo nunca antes había contraído un compromiso. Doble mérito.
1+1=2 enamorados
Bravo y Salas se conocieron el 2000, en una Junta Nacional de la Democracia Cristiana (DC). En ese tiempo ambos eran militantes de la Falange y construyeron una profunda amistad política que con el tiempo derivó en algo más, según consigna hoy La Segunda.
“Lo que realmente me cautivó del Negro es que me gusta la política, a él también. Pero me llamaba la atención su inteligencia política y me daba cuenta de que estaba frente a un personaje político que sabe mucho de estrategia. Me enamoró eso de él, me encantaba”, confiesa Bravo.
Las nupcias están programadas para el martes 6 de noviembre, día en que Alejandra cumple años. Según revelan, la idea es hacer una ceremonia escueta e invitar solamente a familiares. Es más, de las autoridades de gobierno, sólo se sabe que Felipe Ward, ministero de Bienes Nacionales y jefe de Bravo, estaría invitado.
¿Quiénes son el PRI, Eduardo Salas y Alejandra Bravo?
Tanto Salas como Bravo son los rostros más visibles del Partido Regionalista Independiente (PRI), partido fundado en 2006 y que hoy forma parte de Chile Vamos, la coalición que gobierna junto a Sebastián Piñera.
Fue en 2007, sin embargo, cuando el partido tomó fuerza. La expulsión de Adolfo Zaldivar de la DC, por negociar con la derecha, ocasionó la salida de varios militantes que finalmente cayeron en el PRI. Entre ellos estaban la dupla Salas-Bravo.
Pese a que el partido hoy es muy pequeño (obtuvieron un 0,66% en la última elección parlamentaria y actutalmente sólo Bravo tiene un cargo importante en el gobierno), han sabido sobrevivir en el panorama político nacional.
Alejandra Bravo fue militante DC, opositora a la dictadura, concejala en Colina y vocera de Chile Vamos. Ha generado varias polémicas en los últimos años, como su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo o cuando responsabilizó a Bachelet por los incendios en el sur mientras publicaba un tweet de Piñera piloteando el SuperTanker.
Eduardo Salas estuvo involucrado en el caso SQM, reconociendo haber emitido boletas por alrededor de $74 millones a la minera no metálica. Un reportaje de Ciper reveló algo aún más grave: los informes que Salas presentó como respaldo de sus presuntos servicios a SQM eran plagiados de Internet y su fecha de elaboración era posterior a las fechas investigadas. Salas, además, es padre de Camilo Salas, el renunciado ex Seremi de Cultura que fue acusado de acoso y abuso sexual hace un par de meses.