La secretaria de Estado señaló que mejorar las remuneraciones de los funcionarios es un objetivo de la política de seguridad. "Pero eso no quiere decir que las remuneraciones que hay actualmente justifiquen que se vulneren las normas", agregó.
Este martes, la ministra del Interior, Carolina Tohá, abordó la polémica por funcionarios de Carabineros que ejercen labores ajenas a la institución, afirmando que “nadie a excusa de su remuneración puede pasar por encima de las normas”.
La polémica surgió a propósito del caso del sargento segundo Rodrigo Puga, quien murió asesinado a las afueras del Teatro Caupolicán, ubicado en la comuna de Santiago, donde prestaba servicios de guardia privado junto a otros efectivos.
La secretaria de Estado fue consultada sobre la situación económica de los funcionarios y si ello puede llevarlos a buscar ingresos extras. Al respecto, sostuvo que “nadie en Chile, a excusa de su remuneración, puede pasar por encima de las normas”.
“La mejoría de las condiciones de trabajo de los funcionarios es parte de la estrategia de seguridad. Quiero recordar que el año pasado nuestro gobierno, después de muchos años en que no se había hecho, elevó las asignaciones de riesgo para los funcionarios”, agregó.
En esta línea, recordó que el presidente Gabriel Boric anunció la creación de un mecanismo mediante el cual habrá “un incentivo que va a significar una remuneración anual para los funcionarios con un sistema transitorio mientras se aprueba la carrera de Carabineros que va a generar un sistema, un incentivo moderno y bien pensado”.
“Es bueno que se miren las remuneraciones de las policías siempre. Para una labor que es tan sensible, tan importante y que tiene tanto riesgo mejorarlas es un objetivo de la política de seguridad, pero eso no quiere decir que las remuneraciones que hay actualmente justifiquen que se vulneren las normas”, agregó la jefa de la cartera del Interior.
Finalmente, reflexionó sobre los carabineros que trabajan como guardias y afirmó que en Chile “hay más vigilantes y guardias de seguridad privada que policías. Si esa fuerza está bien organizada, bien controlada, con reglas claras y no es objeto de abusos o irregularidades de ningún tipo, puede ser un aporte muy importante a la seguridad. Pero al mismo tiempo, si se ocupa la seguridad privada de mala manera o peor aún, se ocupa para debilitar a las policías, ciertamente es un riesgo para la seguridad”.
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