Cómo el transporte público chileno pasó de una mediocre evaluación a ser referencia regional
Por Michel Nahas Miranda
11.12.2024 / 15:56
Compartir
La evolución del sistema ostenta diversas mejoras fundamentales en infraestructura y gestión que han traído consigo un cambio importante en la percepción pública.
El transporte público en Chile, históricamente considerado uno de los principales dolores de cabeza para la ciudadanía y los gobiernos, ha recorrido un largo camino que lo ha llevado de ser un problema crónico a convertirse en una de las políticas más destacadas del país.
Esta evolución ostenta diversas mejoras fundamentales en infraestructura y gestión que han traído consigo un cambio en la percepción pública.
El inicio del transporte público en la capital
En las décadas de los 80 y 90, las famosas “micros amarillas” se convirtieron en símbolo de caos urbano. Operadas por miles de conductores independientes, este sistema destacaba por la competencia desmedida por pasajeros, frecuentes accidentes y el uso de buses antiguos y contaminantes. La falta de regulación provocaba un servicio impredecible y una insatisfacción generalizada.
Micro Amarilla – Foto referencial tomada el Día del Patrimonio (2024) – Agencia UNO
Micro Amarilla – Foto referencial tomada el Día del Patrimonio (2023) – Agencia UNO
La irrupción del Transantiago, acompañada de una cara querida
El 10 de febrero de 2006, el ya retirado futbolista que brilló en Europa y la Selección Chilena, Iván Zamorano, aparecía como la cara principal del nuevo proyecto de transporte que llevaba adelante el Ejecutivo.
“Transantiago”, era el nombre del plan que buscaba organizar el transporte público de la capital con un sistema integrado de buses y metro. Sin embargo, su implementación estuvo marcada por problemas: faltaban buses, hubo fallas tecnológicas con la tarjeta Bip! y tenía recorridos con un diseño muy cuestionado.
Esto dejó a miles de usuarios varados y terminó de socavar la confianza de la ciudadanía en las competencias de las distintas administraciones en movilidad, además de manchar la reputación del mismo “Bam Bam” durante años.
Con el tiempo, Transantiago vio mejoras significativas. Se aumentó la flota, se renegociaron contratos y se ajustaron las frecuencias. Aunque no se logró revertir del todo la mala imagen inicial, estos cambios prepararon el terreno para el sistema actual.
Paradero lleno en Santiago / Foto referencial de Agencia UNO (2018)
Transantiago (2018) Imagen referencial de Agencia UNO
Un nuevo sistema, con nuevo nombre y color
Con la llegada del sistema RED en 2019, el transporte público en Chile dio un salto hacia la modernización. Hoy, Chile lidera la región en buses eléctricos, con más de 2.480 unidades operativas. Además, el sistema amplió su cobertura a comunas alejadas del gran Santiago, como Lampa.
Paola Tapia, directora de Transporte Público Metropolitano, destacó en CNN AM los esfuerzos para reducir la evasión, que ha caído ocho puntos porcentuales, del 45% al 38% en los últimos meses. También resaltó el aumento de mujeres conductoras, que crecieron en un 10% en dos años (1.897): En dos años aumentaron en 98%.
Directora Paola Tapia en entrevista con José Miguel Mardones / CNN Chile
“Hemos logrado transformar el transporte público en una herramienta que conecta no solo territorios, sino también personas”, afirmó Tapia, destacando que la evaluación ciudadana del sistema alcanzó una nota promedio de 5,5 en una escala de 1 a 7, superando años anteriores.
Hoy, el transporte público chileno es considerado una política de Estado, es esgrimido por el Gobierno como uno de sus puntos más fuertes y sus cifras lo posicionan como un referente regional de la movilidad sustentable. En una remontada de percepción que incluso dejó atrás las críticas hacia Zamorano.
Buses RED 2023 | Imagen referencial de Agencia UNO
Revisa la entrevista a la directora de Transporte Metropolitano
El conductor de CNN Chile Radio habló en la sección Cuestión de Opinión sobre las descalificaciones del mandatario argentino al presidente Gabriel Boric. "No responder con otro insulto es optar por la empatía y la posibilidad de entendimiento. Es una elección que cierto, es difícil. Habla, sin embargo, de la mejor versión de quienes somos y de quienes queremos ser", comentó.