Luego que Olivia fuera mordida por otra perra, su dueña, la magistrada Ángela Vivanco, demandó civilmente por el daño psicológico que le generó a ella y su familia la situación. La demandada deberá pagar $1 millón por este concepto.
El 9 de septiembre pasado se resolvió un incidente que involucró a la magistrada Ángela Vivanco, a la abogada María Eugenia Nazal y a sus mascotas, Olivia y Mica respectivamente.
Se trata de un juicio originado a mediados de 2018, cuando Mica mordió a Olivia en una de sus patas generando una discusión entre sus dueñas, lo que según el dictamen, habría terminado en efectos psicológicos para Vivanco y su familia, además de los propios que sufrió la perra.
¿La sentencia? Nazal deberá pagar $1 millón, más las costas del juicio, por haber causado daño psicológico y emocional a la magistrada.
Perro raza Schnauzer.
Según reveló la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, todo ocurrió mientras Vivanco paseaba a Olivia por el barrio El Golf. Sin notarlo, Mica cruzó la calle y alcanzó a morderla. Sus dueñas comenzaron a discutir en el acto.
Ante lo ocurrido, y teniendo en mente la ley de tenencia responsable de animales, Vivanco decidió llamar a Carabineros, quienes llegaron al lugar, constataron las lesiones que sufrió Olivia e iniciaron un proceso en el Juzgado de Policía Local.
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El proceso infraccional terminó con que Nazal debe pagar 20 Unidades Tributarias Mensuales ($980 mil) por no tomar los resguardos necesarios que habrían evitado el actuar de su mascota.
Pero esto sólo resolvía el hecho del 28 de junio de 2018, y Vivanco buscó una manera de ser resarcida por el “daño moral” que sufrió. La pena de ese día, el impacto que se generó en su hogar y las nulas ganas de Olivia de volver a salir a pasear se tradujeron en el pago de $1 millón.
Dado que Vivanco es magistrada de la Corte Suprema, el juicio debía ser tramitado por un ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago, que en este caso resultó ser Hernán Crisosto.
Así, a la dueña de Olivia le quedaba probar ese daño moral que sufrió. Para ello la magistrada presentó una serie de testigos que la conocen y no presenciaron el hecho, pero sí vieron lo “triste” y “apenada” que quedó tras el incidente.
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Además, incluyó un documento demostrando el pedigrí de Olivia y otro de un psicólogo que estableció que Vivanco se vio emocional y mentalmente afectada.
Si bien Nazal presentó casos anteriores en que animales han mordido a personas, cuyos montos a pagar por daño moral han sido menores, y explicó que la versión de la contraparte estaba “inflada”.
Crisosto determinó que “la apreciación económica es discrecional del juzgador”, y sentenció a Nazal al pago de ese millón de pesos a Vivanco, quien es superior jerárquico de Crisosto y deberá evaluar su desempeño.
De momento, la abogada demandada aún tiene la opción de la apelación.
Respuesta de Vivanco
Durante esta jornada la magistrada respondió a Radio Bío Bío por su publicación mediante una carta en la que lamentó “el tono y apreciaciones con que se desarrolla el artículo”.
“La accion judicial interpuesta, tanto en lo infraccional sobre tenencia responsable de mascotas como en lo civil por indemnización de perjuicios tanto patrimoniales como extramatrimoniales, se dedujo en mi calidad de particular afectada por las agresiones recibidas por mi mascota y situación de peligro en que sus dueños nos encontramos como producto del ataque de otro perro. En la época del ataque y de la demanda no era aún ministra de la Corte Suprema“, fue el primer punto que marcó Vivanco.
A esto, agregó finalmente que “las acciones deducidas por mi parte en atención a los daños, gastos y situaciones sufridas se hallan estrictamente sujetas a las leyes vigentes a efectos de amparar tanto mis derechos como el cumplimiento de las normas sobre tenencia responsable de mascotas, lo cual importa no sólo el interés mío y de mi familia sino de la comunidad, en relación con el cuidado de los animales y la preservación de la seguridad de las personas”.