Durante la última participación en la ceremonia, el mandatario se refirió a los temas de contingencia que también fueron abordados en la homilía. Sobre las críticas que ha recibido desde el mundo católico y evangélico por el matrimonio igualitario, manifestó que "una cosa es el mundo de la religión, que es voluntario y otra cosa es el mundo laico, el de las leyes, que es obligatorio".
El sábado 18 de septiembre se realizó el último Te Deum ecuménico del gobierno de Sebastián Piñera, en un contexto en que el gobierno ha anunciado un proyecto de ley de matrimonio igualitario, criticado especialmente por la comunidad evangélica en su propio Te Deum el día anterior, además de la propuesta para aumentar el pilar solidario y los reparos que ha tenido el Ejecutivo ante algunas posturas de la Convención Constitucional.
En la Catedral de Santiago se reunió el mandatario junto a las principales figuras de gobierno y del Congreso, completando un aforo de 500 personas en la homilía que fue dirigida por el arzobispo de la ciudad, Celestino Aós. Durante la ceremonia, la autoridad católica se refirió a diferentes temas de la contingencia, con una oración por los gobernantes, legisladores y quienes tendrán la labor de redactar la nueva Constitución.
Además, Aós se refirió específicamente a temas que serán discutidos por el órgano constituyente, pidiendo por “aquellos que respetan la vida desde la concepción hasta la muerte natural”, que defienden la libertad de enseñanza y la familia “fundada entre un hombre y una mujer”, temas que también fueron defendidos por las autoridades evangélicas en su propio Te Deum realizado el día anterior.
El arzobispo tuvo también palabras para la situación en La Araucanía, dando gracias por aquellos que, en sus palabras, “se preocupan de dar fin al conflicto y satisfacer las necesidades de los pueblos originarios”. A su vez, se refirió a las víctimas del COVID-19 y pidió por “aquellos que se preocupan porque tengamos una mejor salud” y por la situación de los migrantes en Chile e incluso por aquellas personas que hoy se recuperan de haber sido víctimas de abusos eclesiásticos, agradeciendo por quienes han trabajado en develar aquellas tragedias.
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A la instancia no fueron invitados los candidatos presidenciales, sin embargo, se esperaba la asistencia de la presidenta de la Convención Constitucional, que sesiona a poco más de 100 metros de la Catedral, Elisa Loncón, quien se excusó de no poder participar.
Tras la ceremonia, el presidente Sebastián Piñera dio un discurso y contestó algunas preguntas de la prensa, partiendo por despejar las dudas ante las críticas sobre la propuesta de una ley de matrimonio igualitario, manifestando que se estaban reflexionando sobre valores como “la libertad religiosa, libertad de enseñanza, libertad de amar”.
Asimismo, aclaró que, en su postura, “una cosa es el mundo de la religión, que es voluntario y otra cosa es el mundo laico, el de las leyes, que es obligatorio”.
Sobre la Convención Constitucional, señaló que “todos estamos contentos de haber sido capaces de encausar una crisis política dentro del marco del Estado de derecho y la Constitución, de forma pacífica”. Junto a eso, agregó que “esperamos que la Convención cumpla con su misión, que es acordar y proponerle al país una buen Constitución”.
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En detalle, indicó que para él, “una buena Constitución es aquella que recoge nuestros valores republicanos, nuestras mejores tradiciones, pero también los valores y principios que viven en el alma de nuestro pueblo“.
Finalmente, sobre la posibilidad de retirar medidas restrictivas como el toque de queda y las cuarentenas, el mandatario consignó que “las cosas van por buen camino, esperamos poder levantar pronto el Estado de Emergencia”.