Astrónomos chilenos nos explican lo que hay detrás de Orbital Reef, el disruptivo proyecto del magnate estadounidense y que promete ser la primera estación espacial privada, superando ya cuatro pruebas claves que la NASA considera para poner en órbita a seres humanos.
La Estación Espacial Internacional (ISS) tiene sus días contados. Es por ello que desde hace un tiempo, la NASA ha buscado alternativas para un nuevo gran módulo tripulado en órbita.
Asomando como la alternativa más mediática y el reemplazo natural de la ISS, nos encontramos con Orbital Reef, proyecto liderado por la agencia Blue Origin, de la cual es dueño el multimillonario Jeff Bezos, en colaboración con Sierra Space.
Para la astrónoma y divulgadora científica Jennifer Anguita, esto responde a “los bajos aportes estatales que la NASA recibe comparado a los años ’60 o ’70, pues por ello es que se tuvo que buscar ayuda de privados, en una relación que es beneficiosa para ambas partes”.
Este proyecto cuenta con el valor agregado de ser la primera estación espacial comercial de la historia, pues podrá ser visitada por turistas. Y durante los últimos días, la noticia de que Orbital Reef superó las pruebas de soporte vital ha colmado todos los portales de medios especializados alrededor del mundo.
La Doctora en Astronomía e Ingeniera Física, Catalina Urrejola, explica el aporte de la NASA en el hecho de que “a pesar de que Orbital Reef nazca con la intención de hacer turismo espacial, nos entrega un amplio espacio para la investigación y el avance tecnológico, enviando también así un importante mensaje a misiones de empresas competidoras.”
Los cuatro hitos se relacionan con la capacidad de los filtros para eliminar impurezas del aire, pruebas de oxidación de agua, almacenamiento de agua y por último la recuperación del agua a partir de la orina, apuntando también a la sustentabilidad.
En cuanto a este último punto, el doctor en Astronomía de la Universidad de Harvard, César Fuentes, sostiene que “se agradece la intención, pero lanzar cosas al espacio es terriblemente costoso en términos energéticos, entonces es impajaritable que uno va a contaminar en el proceso y que cualquier descubrimiento o avance en sustentabilidad que logre Orbital Reef se relaciona con el aporte de la NASA, quien es el verdadero motor del desarrollo espacial ‘sostenible’”.
Fuentes además se refirió a las grandes expectativas de la opinión pública respecto a este tema, declarando que “a uno se le olvida que ir al espacio es difícil, es un proceso plagado de errores y fallas. Entonces uno espera que haya más pruebas de este tipo por parte de empresas como SpaceX, Blue Orbit, tal vez alguna empresa latinoamericana u ojalá alguna empresa chilena. Hay que entender que NASA no puede depender solo de un contratista, por lo que siempre será útil la existencia de múltiples compañías espaciales, cuyo objetivo es resolver de forma eficiente los diversos desafíos de la aeronáutica espacial, por lo que tener a multimillonarios peleando por ver quien hace un cohete más grande siempre será algo más bien ficticio y la parte menos interesante”.
¿Turismo espacial?
El cumplir estas cuatro pruebas para Orbital Reef es un paso importantísimo rumbo al protocolo que sigue la NASA para poner humanos en órbita, y a su vez nos acerca más de lo que pensamos al hecho de ver viajeros espaciales vacacionando por el espacio.
Para Catalina Urrejola “es tener un pie dentro de la ciencia ficción, y aunque ya se ha hecho antes turismo espacial, este tipo de misiones es importante para toda la humanidad, es aprovechar al máximo los recursos que tenemos, y el contar con apoyo de la NASA ayuda a regular y poner límites para que no sean solo ideas de gente multimillonaria. Es maravilloso que un proyecto que tal vez imaginaba de niña, esté sucediendo, siento que el fin de todo esto es muy positivo y va en la línea de la sustentabilidad, es seguir teniendo astronautas en órbita y va de la mano con proyectos tales como colonizar Marte”.
Por su parte, Jennifer Anguita cree que aún estamos lejos de ver turismo espacial, pues la cantidad de personas que podrán acceder a esto será mínima, aunque agrega que obviamente siempre existirá gente dispuesta a pagar este tipo de servicios extravagantes.
La divulgadora científica concluye que “Orbital Reef será el nuevo lugar de descanso y de trabajo de cierta comunidad, reforzará aún más a la ciencia y la astronomía, además de ser una especie de sucesor de la Estación Espacial Internacional”.
La construcción está prevista para 2026 y su lanzamiento en 2027.