Pensión Garantizada Universal (PGU): ¿Cuál es el nuevo grupo que la recibirá en 2026?
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A diferencia de la violencia física, este tipo de agresiones no deja marcas visibles, lo que puede hacer que sea más complicado de abordar. De acuerdo a Virginia Oms, PhD. psicóloga clínica, es esencial la concientización y educación tanto en los colegios como en los hogares "para que se fomente la prevención, la identificación temprana y la intervención adecuada”.
Este miércoles 7 de febrero se conmemora el Día Nacional contra la Violencia en el Pololeo, una fecha que busca visibilizar y deslegitimar todo acto de violencia en las relaciones afectivas, promoviendo acciones de reflexión y encuentro.
En Chile, un 64% de las y los jóvenes conocen a alguien que sufre de violencia en su pololeo y uno de cada diez jóvenes asegura que su actual pareja ha intentado separarle de sus amistades, según el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
La violencia psicológica es una forma de maltrato que puede dejar secuelas en la salud mental y emocional de las personas. A diferencia de la violencia física, no deja marcas visibles, lo que puede hacer que sea más difícil de detectar y abordar. Sin embargo, sus efectos pueden ser igualmente perjudiciales, afectando la autoestima, la confianza y la estabilidad emocional de quienes la experimentan.
Virginia Oms, PhD. psicóloga clínica, especialista en autoestima y relaciones de pareja, afirma que “la percepción social de la violencia psicológica puede variar, pero en muchos casos, se tiende a minimizar en comparación con la violencia física. Por ello, es esencial la concientización y educación tanto en los colegios como en los hogares para que de esta manera se fomente la prevención, la identificación temprana y la intervención adecuada”.

De acuerdo a la experta, entre los tipos de maltrato psicológico más comunes está la manipulación emocional, el ghosting, el breadcrumbing (o migajas emocionales) y la interrupción del proceso de duelo de la otra persona.
Virginia Oms señala que existen cada vez más pruebas sobre el impacto que tiene la manipulación emocional en la salud mental y física de las víctimas.
Si bien es un tipo de violencia menos visible que la física, hay algunas señales que pueden evidenciar este tipo de abuso:
Es una práctica en la que una persona termina abruptamente toda comunicación y contacto con otra sin previo aviso ni explicación. Quien es “ghosteado” suele experimentar sentimientos de rechazo, abandono, confusión y hasta una afección a su autoestima. Por lo mismo, puede generar ansiedad y dificultades para confiar en futuras relaciones.
Oms, también fundadora de la comunidad @dra.psicosalud, a través de la cual ofrece información gratuita para acompañar a personas en estos procesos, alerta que “las redes sociales y WhatsApp son utilizadas como una forma rápida y fácil de evitar confrontaciones incómodas o despedidas difíciles. Así como también, la comunicación a través de dispositivos electrónicos puede deshumanizar los vínculos, haciendo que algunas personas no perciban el impacto emocional y las consecuencias que sus acciones pueden tener en la persona con la que están interactuando”.
Es el acto de enviar señales intermitentes de interés o afecto sin un compromiso real. Por lo tanto, quien ejerce este tipo de maltrato nunca toma la iniciativa para juntarse o avanzar en la relación, ya que generalmente no tiene intención de establecer una relación formal.
“Esta comunicación ambigua causa confusión, ya que mantiene a la persona en un estado de incertidumbre y desilusión constante, afectando directamente su autoestima y salud emocional”, explica Oms.
La psicóloga es enfática en señalar que este comportamiento manipulador es considerado un tipo de violencia psicológica “cuando el emisor de estos mensajes ambiguos genera voluntariamente confusión y ansiedad en la persona que los recibe, sobre todo si está intentando duelar y superar las consecuencias de la relación”.
Esto puede llevar a la víctima a tener complicaciones emocionales y afectar su capacidad para seguir adelante de manera saludable, ya que golpea su autoestima y provoca inseguridades.

Es esencial buscar apoyo y hablar lo que está sucediendo. En una primera instancia, puede resultar de gran ayuda hacerlo con su círculo más cercano, ya sea familiares o amigos que validen sus sentimientos, para que puedan refugiarse emocionalmente. Si las conductas se siguen repitiendo y se dan cuenta que no pueden terminar la relación a pesar del daño ocasionado, es recomendable acudir a terapia psicológica.
De la misma manera, es crucial generar conciencia sobre la importancia de detectar a tiempo la violencia psicológica, ya que sus efectos pueden ser igual de devastadores que la violencia física. Este tipo de agresiones afectan gravemente la autoestima, puede causar trastornos de ansiedad y depresión, y sostenerlas en el tiempo pueden generar secuelas severas a largo plazo en la salud mental y emocional de la víctima. Por lo tanto, la detección temprana y la intervención son fundamentales para prevenir un daño mayor.
Si eres testigo o víctima de violencia, llama a cualquiera de los siguientes números:
Un nuevo grupo de personas recibirá este beneficio desde el próximo año, lo cual se enmarca en la implementación de la reforma previsional. Revisa los detalles.