La inflación de julio anotó una variación de 0,4%, destacándose alzas en las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas, junto con recreación y cultura. La economista del OCEC UDP Carolina Molinare comentó a Agenda Económica: “Hay que pensar que hay distintos shocks que afectan a los diferentes meses. El shock del mes pasado no consideraba, por ejemplo, todo lo que fue el efecto de las inundaciones, y ahora vemos en el ítem de alimentos cómo productos de cosecha del suelo como la papa, el zapallo italiano, el tomate, la lechuga, están aumentando de precio y tuvieron variaciones mensuales positivas bastante grandes”.
“Entonces, este dato ya recoge, por ejemplo, el efecto de estas inundaciones. También tenemos un efecto de cambio mucho más depreciado con respecto al mes pasado“. Sin embargo, “ya estamos dejando atrás esas variaciones mensuales de 1% que llegamos a tener en algún momento”, indicó.