Agustín Squella y nuevo partido de J.A. Kast: “Detrás de él está la derecha autoritaria que sigue respetando a Pinochet”

Por Matilde Burgos

16.06.2019 / 23:10

En conversación con CNN Íntimo, el abogado y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009 compartió su mirada sobre el panorama que enfrenta la democracia a nivel global y cuáles son sus principales obstáculos, destacó a Jorge Sharp dentro del Frente Amplio y manifestó su simpatía con las manifestaciones feministas del último año. "Yo soy un feminista, pero no me verás marchando porque nunca he marchado”, aseguró.


Como él mismo dice, habita en Viña del Mar pero vive en Valparaíso, ciudad de la que es hijo ilustre. Abogado y profesor universitario, especialista en Filosofía del Derecho, es fanático de la hípica. Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. Declara que su vida estaría incompleta sin Santiago Wanderers.

Un ateo confeso que vive apasionado por los lugares que no tienen que ver con alguna divinidad, sino que con su carácter de renunciables: cafés, librerías, hipódromos, templos vacíos, y bares como el Bar Inglés, donde lo llamaron para contarle que había nacido la primera de sus tres hijas.

Su vida está marcada por el puerto, donde fue el rector de la Universidad de Valparaíso, y donde lo llamó el ex presidente Ricardo Lagos para pedirle que fuera su asesor cultural durante el gobierno.

En conversación con CNN Íntimo, Agustín Squella, compartió las reflexiones de su último libro “Democracia. ¿Crisis, decadencia o colapso?”, en el que precisamente ahonda en el panorama sociopolítico actual, desde su perspectiva de intelectual que se ha dedicado a pensar la sociedad, el derecho y la organización política.

Con respecto al escenario que enfrenta la democracia por estos días, afirmó que “no se trata ya de una simple crisis, pensando a nivel planetario. Es algo más que una crisis. Ojalá no sea decadencia, ojalá no sea colapso. Estábamos acostumbrados a creer que la democracia había ganado el partido entre las formas de gobierno. Sí, lo ha ganado, no hay reemplazo para la democracia, pero no lo ha ganado en cuanto a la calidad”.

El abogado mencionó como ejemplo el ranking realizado en 2018 por The Economist que determinó que sólo 19 países tiene hoy democracias plenas o en forma, mientras en 57 países fue catalogado como “defectuoso” -entre los que se encuentra Chile-, 33 posee regímenes híbridos (una mezcla entre democracia y autoritarismo), y en 57 estos son autoritarios.

Entonces no están soplando buenos vientos para la democracia. Si nos acordamos de la canción de Myriam Hernández: huele a peligro“, afirmó.

Entre las razones de la crisis de la democracia, Squella señala que este sistema de organización “a veces hace promesas que no puede cumplir”. “Por ejemplo, hay políticos democráticos que afirman con liviandad que están en la política para hacer más felices a los pueblos. Ciertamente la política no se hace para hacer más felices a los pueblos. Los gobiernos, los parlamentos a duras penas consiguen proveer bienestar a las personas y desarrollo a los países. Para qué van a echar sobre sus hombres la carga de la felicidad”, comentó.

El intelectual además explicó que otro de los factores que explica la disconformidad de la ciudadanía con este sistema político es su alianza con el capitalismo, y aseguró que “muchas veces la democracia tiene que poner la cara por fallas que en realidad vienen del régimen económico. Entonces los políticos, siempre mal evaluados -y con razón-, son los que dan la cara pero los economistas pasan piola“.

Squella aseguró que “el sistema económico imperante, con ese refuerzo neoliberal, ha exacerbado el individualismo” en las sociedades capitalistas actuales, lo que se refleja, por ejemplo, en que se “han valorado en exceso las relaciones de intercambio, y nos hemos ido olvidando de los vínculos de colaboración, ni qué decir de las de solidaridad, exacerbando las relaciones de competencia, asustándonos de las relaciones de desacuerdo”.

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La aparición del Partido Republicano de Kast

Para el académico, la crisis de las instituciones es “la gran amenaza que se cierne hoy sobre la democracia en Chile y el mundo”. Sin embargo, no se muestra alarmista con respecto escándalos por el cruce entre dinero y política que han enfrentado instituciones como Carabineros, Fuerzas Armadas, y el Congreso, o irregularidades dentro de la Contraloría General.

“Lo que pasa es que en Chile nos solemos contar muchos cuentos: que somos los ingleses de América del Sur, los jaguares, el cuento de que habíamos recuperado la democracia en 1990. Cuando en realidad lo que recuperamos entonces fue una democracia groseramente limitada, protegida, inaceptable, que elevó a Augusto Pinochet, y que recién en 2005, con las reformas constitucionales de Lagos, adquirió cierto status más presentable, pero sigue figurando no entre las democracias defectuosas”, explicó.

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“La corrupción es una gran amenaza, sobre todo cuando de pronto se alía con el narcotráfico. Yo a este segundo problema también le daría muchísima importancia”, agregó.

Sobre este último problema, Squella explicó que nace a raíz “de las profundas desigualdades en las condiciones materiales de existencia de los chilenos, porque los narcotraficantes no sólo captan consumidores sino también ’empleados’, precisamente en los barrios donde las condiciones de existencia de las personas son muy malas, son precarias, son vulnerables a cualquier estímulo económico”.

Uno de los acontecimientos que marcó la pauta política durante esta semana fue que el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, inscribió el Partido Republicano ante el Servel, y de este modo inició los trámites para convertirlo en un partido de forma oficial, lo que generó reacciones diversas al interior del oficialismo, tanto con respecto a si debiera a unirse a Chile Vamos y cómo va a afectar al conglomerado.

Squella considera el escenario como una buena noticia en el sentido de que “sincera que, tras ese político, hay una parte importante de la derecha no liberal de Chile, de la derecha autoritaria, que sigue soñando y respetando la dictadura de Pinochet, para quien Pinochet no ha dejado de ser nunca su líder natural. Hay una parte importante de nuestra derecha que piensa así y creo que la fundación del partido de Kast tiene la virtud, por decirlo así, de que sincera ese sector político”.

“Lo que a mí me irrita un poco del nuevo partido es que se haya apropiado de la palabra ‘república'”, agregó, y explicó que durante el último tiempo dicho concepto se ha reducido a “cuestiones protocolares cuando, en verdad, la República es aquella donde los gobernantes y ciudadanos trabajan para el bien común, el bien colectivo, el de todos, no el de los pocos, y ni siquiera para el bien de la mayoría”.

Por eso, señaló que la organización bajo esta forma del Estado “exige ciudadanos virtuosos que defiendan su individualidad pero no incurran en ese individualismo posesivo que caracteriza a nuestros días”. “La defensa de la individualidad, el no dejarse avasallar por las opiniones mayoritarias, no tiene nada que ver con el individualismo posesivo, egoísta de nuestros días en que todos actúan como si los demás no importaran”, continuó.

Por el otro lado, el abogado además analizó el panorama que enfrenta la izquierda nacional, donde afirmó que “ha ocurrido un fenómeno previsible”, que consiste en que “se renovó a través del Frente Amplio por grupos, movimientos y partidos más a la izquierda de lo que era la izquierda de la Nueva Mayoría y la Concertación“.

Entre las figuras que destacó dentro del conglomerado se encuentra precisamente Jorge Sharp, el alcalde de su ciudad natal, Valparaíso, de quien señaló que “lo ha visto bien” y que, pese a que no lo conoce personalmente, aseguró que “tiene que tener su oportunidad”. “Valparaíso durante mucho tiempo tuvo alcaldes de la Concertación y también de la UDI. Hay que darle su oportunidad”, dijo.

“Yo soy un feminista, pero no me verás marchando porque nunca he marchado”

A fines de febrero pasado se hizo pública una carta escrita por Agustín Squella, y dirigida al presidente Sebastián Piñera, en la que agradecía pero declinaba a su nominación como abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Valparaíso. 

Pese a que fue un episodio comentado en los medios, el abogado aseguró que “tuvo muchísima menos importancia que la que se le dio”, y reiteró que lo que sucedió realmente es que desde la Corte Suprema puso su nombra en la terna de postulantes sin consultarle si tenía interés en participar.

No fue una razón política, sino que a la edad que tengo no estoy en condiciones ya de desempeñarme como abogado integrante. Mi tiempo actual lo dedico a unas pocas clases y a mis dos vicios incontinentes: leer interminablemente, escribir interminablemente, y quizás lo peor, publicar lo que escribo”, relató entre risas.

Consultado sobre su opinión con respecto al segundo mandato del Presidente, Squella afirmó que le parece “mejor que el primero”. “No es un político que a mí desde luego me represente en las ideas, tampoco en cuanto al temperamento o la manera de ser, pero considero que en este gobierno ha tenido algunas iniciativas bien rescatables, yo creo que inesperadas para su sector, y de ahí los reclamos de que estaría traicionando las ideas de la derecha, como la propiedad y el orden. Pero yo no veo que este gobierno haya afectado ninguno de los dos, al contrario“, dijo.

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El movimiento feminista y las manifestaciones contra problemáticas como la violencia de género, agresiones sexuales y desigualdad en ámbitos como la política, trabajo o estudios, sin duda se ha convertido en una de las corrientes sociales más llamativas del último tiempo.

Squella también tiene su posición al respecto: “Me he ido convirtiendo en un feminista y en alguien que trata de entender lo más posible este fenómeno, que es un fenómeno de deliberación“. “Sí, yo soy un feminista, pero no me verás marchando por las calles porque nunca he marchado”, agregó.

En la misma línea, contó que su relación con sus hijas también lo ha ayudado “a comprender las dificultades mayores que las mujeres tienen hasta hoy para que la igualdad de derechos sea una realidad”.

“Bien por ellas, mal por aquellos que se resisten a aprobar la causa de las mujeres solo porque algunas de las manifestaciones públicas no le gustaron. Hay que pasar por encima de eso”, cerró.