Ana María Yévenes asegura que se vienen cerca de 8 renuncias más en el Episcopado

Por CNN Chile

03.08.2018 / 20:21

La doctora en Ciencias Sociales dijo que una buena figura para venir en reemplazo de Ezzati sería Jordi Bertomeu -quien llega hacer la limpieza- y que la diócesis de Santiago debiera dividirse.


Los obispos chilenos volvieron a pedir perdón a las víctimas de abuso y reconocieron que no estuvieron a la altura. Esta fue una de las conclusiones que sacaron tras la asamblea plenaria extraordinaria que realizaron durante la semana en Punta de Tralca.

La doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Gregoriana de Roma, y directora de la Escuela de Ciencias de la Familia en la Universidad Finis Terrae, Ana María Yévenes, calificó de “tímida” la declaración de la Conferencia Episcopal.

“No se han dado cuenta que en torno a la figura del obispo en general hay una fractura de confianza súper importante”, dijo.

El rol de Ana María Celis

La Conferencia Episcopal anunció que como medida concreta se sacará al obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, y será reemplazado por la abogada Ana María Celis, criticada por los denunciantes de Karadima, quienes la acusan de ser parte de la cultura de encubrimiento.

A juicio de Yévenes, “el rol que le va a tocar a Ana María es tremendamente ingrato porque ella no genera seguridades en todos los sectores”.

Además, señaló que las víctimas de abusos deberían haber tenido una participación más importante en esta comisión”.

Bertomeu o Scicluna como cartas

El próximo 21 de agosto el cardenal Ricardo Ezzati declarará ante la Fiscalía como imputado por presunto encubrimiento. Su figura causa polémica en diversos sectores, ya que de seguir en el Arzobispado, sería él quien presida el Te Deum Ecuménico. Yévenes señaló que ella esperaría nombramiento de un interventor se produzca antes de esa fecha.

También apuntó a que no descarta que pudiera llegar Charles Sicluna o Jordi Bertomeu a hacerse cargo transitoriamente.

“Necesitamos una mirada externa, alguien que reconstruya los puentes, y tanto monseñor Scicluna como Jordi Bertomeu conocen muy bien Chile. Yo me inclino por la figura de Jordi Bertomeu porque habla un castellano más fluido, nos conoce culturalmente más y porque domina lo que ocurre en Chile mejor que ningún obispo chileno lo domina“, argumentó.

Sobre la eventual aceptación de otras renuncias por parte del Papa, señaló: “Me dijeron que estaban viendo aproximadamente 8 personas más”.