La canciller de Alemania pidió al parlamento aceptar las mayores restricciones que busca aplicar a días de las celebraciones de fin de año, luego que los casos y muertes por COVID-19 se dispararan en la nación europea.
Un emotivo llamado a la ciudadanía realizó la canciller alemana Angela Merkel en medio de la pandemia de coronavirus.
La líder germana dijo que lo importante no es salvar la Navidad, sino que las vidas de las personas.
Esto, en el mismo día en que Alemania registró su cifra más alta de muertes a causa del COVID-19 a la fecha: 590 fallecidos.
“Si tenemos demasiados contactos ahora, los días antes de Navidad, y terminan siendo las últimas navidades con nuestros abuelos, hicimos algo mal“, planteó la canciller alemana.
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“Las herramientas más importantes que tenemos no son los cierres y las restricciones, ni prohibiciones ni controles policiales, que sí son necesarios. Las herramientas más vitales que tenemos para combatir con éxito este virus son las mismas personas“, dijo Merkel.
A ello agregó que “si el precio de la flexibilización es que nuestras muertes sean ahora de 590 personas al día, no podemos aceptarlo“.
Así, Merkel justificó ante el parlamento alemán las medidas de restricción que tomaría para las fiestas de fin de año.
La canciller dijo además que, pese a la proyección que existe respecto a la inoculación con la vacuna contra el COVID-19, será necesario mantener confinamientos por lo menos hasta 2021. Por ello, pidió que se aprueben medidas hasta mediados de enero.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
