Agenda Económica analizó la apuesta de la startup chilena Clever, que utiliza el concepto EFG, referido a los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza que se aplican en todo el actuar de una empresa y que, a su vez, también son adoptadas por las fintech en sus inversiones. A tres meses de su fundación, Clever ya cuenta con 1500 clientes, a los que recomienda cómo invertir pensando también en la sostenibilidad e impacto de las empresas y recientemente han sido potenciados por BICE Ventures. Al respecto, su CEO, Ari Dukes, afirmó que “la entrada mínima es de $1.000, una de nuestras jugadas más agresivas en términos de masividad” y detalló que “la mitad de nuestros clientes son de regiones y de diferentes clases socioeconómicas (…) queremos llegar a las personas que no han tenido la posibilidad de invertir, no solo porque no tienen el capital suficiente, si no que quizás les faltan hábitos de ahorro o les da miedo hacerlo”.