La provincia argentina dejará atrás ocho meses de confinamiento y levantará algunas de sus restricciones motivadas por la pandemia, reactivando además las principales actividades económicas.
El 20 de marzo, cuando comenzó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en Argentina, las calles de Buenos Aires lucían desérticas.
A lo largo de los ocho meses que vinieron posteriormente, estas medidas fueron flexibilizándose, de manera que paulatinamente comenzara a salir la ciudadanía, manteniendo siempre las medidas de restricción sanitaria.
Sin embargo, ya desde este 9 de noviembre pasan del aislamiento al distanciamiento social, nueva etapa en la que las medidas ya conocidas como el uso de mascarilla y el distanciamiento físico deben mantenerse, pero otras fueron modificadas.
Por ejemplo, ahora los locales comerciales o restoranes podrán recibir hasta un 50% de su capacidad dentro del recinto, ampliando la posibilidad de -hasta ahora- atender en la vía pública.
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Las reuniones sociales se permitirán para un máximo de 10 personas en lugares privados, siempre al aire libre.
Los niños, niñas y adolescentes volverán a las escuelas, pero no a realizar las clases tradicionales sino a actividades recreativas, deportivas y artísticas en pequeños grupos y por un máximo de 2 horas.
Los deportes al aire libre también serán permitidos, por lo que los dueños de canchas de fútbol ya se preparan para atender a quienes vayan a disfrutar la pasión de multitudes.
Finalmente, el transporte público seguirá restringido para quienes realicen labores de primera necesidad.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
