Ángela Vivanco, vocera de la Suprema: “No me considero una persona conservadora, siempre he sido pro derechos civiles”

Por CNN Chile

01.04.2022 / 00:19

Conocida por haberse opuesto a la distribución de la píldora del día después y por alegar ante el TC la inconstitucionalidad del aborto en tres causales, la magistrada comenta en CNN Íntimo que "todos tenemos aspectos en que somos progresistas y algunos en los que somos conservadores". También reflexiona sobre el proceso constituyente: "La idea de refundar a mí me parece que no es necesaria".


Ángela Vivanco entró a la universidad con un puntaje alto, pero no a estudiar derecho, sino que medicina. En el primer semestre de la carrera, supo que no era lo suyo y se decidió por las leyes.

Entró a estudiar derecho a la Universidad Católica, donde hasta el día de hoy hace clases. Es doctora en Derecho de la Universidad de La Coruña y ejerció como decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás entre 2011 y 2012, y como vicerrectora académica en dicho plantel hasta 2016.

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Tuvo un paso fugaz por la política. Fue presidenta de la Unión de Centro, colectividad fundada por el empresario Francisco Javier Errázuriz, emigró a Renovación Nacional (RN) y, tras una fallida candidatura a la cámara de Diputados y Diputadas, dejó su militancia para volver a la Academia.

En 2018, el entonces presidente Sebastián Piñera la propuso para integrar la Corte Suprema, donde llegó con el rótulo de conservadora por haberse opuesto a la distribución de la píldora del día después y por alegar ante el Tribunal Constitucional (TC) la inconstitucionalidad del aborto en sus tres causales.

Sin embargo, sus votaciones en la Tercera Sala del máximo tribunal no siguen el conservadurismo. Votó para apoyar el cambio de nombre y sexo de una persona transgénero y ha fallado en numerosas ocasiones en contra de las Isapres que se niegan a cubrir tratamientos costosos.

En conversación con CNN Íntimo, Ángela Vivanco Martínez habla sobre su trayectoria al interior de la Corte Suprema y reflexiona sobre la realidad nacional en materia de justicia y el proceso constituyente.

Trabajar en un ambiente masculino

La Corte Suprema es conocida por ser un ambiente masculino. “Yo he trabajado siempre en espacios masculinos, estoy acostumbrada. Quizás hace algún tiempo, pero no ahora, eran ambientes más bien condescendientes”, reconoce Vivanco.

La jueza sostiene que ciertos temas “se han ido superando y hoy uno ya no siente esas diferencias”. “Aquí hay ya varias ministras. Es un ambiente muy igualitario, muy cómodo y no hay ningún tipo de sesgo ni problema de esa especie”.

Actualmente, hay varias ministras que reúnen las condiciones para volverse, eventualmente, presidentas de la Suprema. Al respecto, Vivanco cree que el cargo “puede ser ejercido por cualquiera de los ministros y que ahora haya mujeres en la línea de la antigüedad (…) me parece extraordinario”.

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Para la magistrada, sería un orgullo que alguna de sus pares presida la instancia, ya que “son mujeres que han desarrollado una tremenda carrera y se han comprometido en temas de género (…) Estamos en condiciones de que las mujeres también puedan ejercer la presidencia y creo que lo harían muy bien”.

Respecto a si alguna vez fue tratada de forma distinta por ser mujer, señala que “siempre hay motes y cosas por el estilo, pero no es solo por ser mujer”. “La exposición genera crítica o burlas, pero hay que separar la paja del grano y dar importancia a lo que la tiene y a lo que no, tomárselo un poco con humor”.

¿Cuán necesario es, por ejemplo, que en la Constitución quede consagrado que la justicia debe tener un enfoque de género?
La justicia ya se ha hecho cargo del enfoque de género (…) Cuando hablamos del enfoque de género, no se trata de generar privilegios que reemplacen los que había antes, sino que de mirar las cosas con apertura e igualdad de modo tal que, no porque una persona sea mujer, transgénero o tenga cualquier tipo de identidad u orientación, se le trate de una forma inferior.

Hay jueces que son mayores y vienen con otra tradición. En los juicios, por ejemplo, cuando se trata de abusos, la manera de referirse a la víctima puede llegar a ser bastante peyorativa.
Todos debemos hacer un esfuerzo respecto a la manera en que nos expresamos y abordamos estos temas, a pesar de haber pertenecido a una educación que no era proclive a las temáticas de género. Cuando estaba en la universidad esto no era tema, no se hablaba de derechos sexuales y reproductivos (…) porque no estaba ni siquiera en la agenda.

La jueza afirma que la inclusión de estos temas en la agenda “significa un esfuerzo permanente por adaptarnos, modificar el lenguaje y cambiar también la manera en que asumimos la diferencia y yo creo que esa es una tarea que los jueces están haciendo, unos con más rapidez, otros con menos, pero yo creo que hay un compromiso general del Poder Judicial”.

Cuando hay juicios por violación, la mirada a veces es que la mujer se expuso demasiado.
Eso ha cambiado (…) Se ha avanzado muchísimo en ese punto de vista y hoy el tema radica, no en cuál es el vínculo que tiene la mujer (con su abusador), ni tampoco cómo ella iba vestida, si se reía mucho o si era muy alegre o no, sino que fundamentalmente radica en el consentimiento.

¿Conservadurismo?

Vivanco es reconocida, entre otras cosas, por haberse opuesto a la distribución de la píldora del día después y por alegar ante el TC la inconstitucionalidad del aborto en sus tres causales. A causa de estos hechos, en la opinión pública suele ser tildada de conservadora.

Usted siempre ha estado en pro de que las mujeres asuman cargos de relevancia, sin embargo, hay grupos feministas que la han criticado por conservadora, ¿qué le parecen a usted estas críticas?
En primer término, yo creo que el ser conservadora o progresista no es un tema que tenga un catálogo (…) Todos tenemos aspectos en que somos progresistas y algunos en los que somos conservadores, de distinta naturaleza. Yo no me considero una persona conservadora, ya que siempre he sido alguien pro derechos civiles.

La magistrada recalca que “eso involucra los derechos de los colectivos vulnerables y los de las mujeres (…) En consecuencia, la acción que yo presenté en el caso frente al TC fue para decir ‘este proyecto de ley, como está hecho, no cumple los estándares constitucionales que se hubieran esperado’”.

¿Una mujer tiene derecho a hacerse un aborto?
Una mujer debe ser ayudada en una situación extrema. Particularmente, cuando corre peligro su vida, no es necesario que haya ley de aborto porque eso estaba amparado por el derecho desde antes (…) La gran discusión que se dio en este caso fue si podía considerarse que, en caso de violación, la solución del caso fuera un aborto, y también en el caso de inviabilidad fetal.

“Cuando inicié mi alegato fui muy precisa en decir que yo tengo el mayor respeto por la mujer que se ve enfrente de una situación extrema como esta, porque nadie va haciéndose abortos por gusto y, en ese sentido, creo que la postura que tuve ahí la pueden algunos compartir o no. De hecho, el TC no la compartió y hoy hay ley de aborto en tres causales”, agrega.

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Ahora en la Constitución estaría estableciéndose que no se necesite una causal para el aborto, sino que habría un límite de semanas.
Como está, la norma es totalmente abierta. Se dice que parte de los derechos sexuales y reproductivos es la interrupción voluntaria del embarazo, pero no se da ninguna precisión. En consecuencia, una vez más, el tema va a quedar entregado a la ley.

Pero debiera quedar porque se supone que va a haber una parte del inciso que tendría que complementar la norma.
No lo sé, puede que no lo haya y el tema quede entregado a la ley y, en ese momento, habrá que discutir cuáles son las situaciones que lo justifican, si es que la hay, y si es que es aborto libre hasta qué tiempo, etcétera. Es una norma que hoy no tiene contenido.

Los derechos tienen restricciones.
Todos los derechos que ejercemos tienen un límite de ejercicio. No hay ningún derecho absoluto, ni siquiera la vida es un derecho absoluto y, en consecuencia, la ley es la que regula el modo en que los derechos se ejercen y lo que es prioritario es que no afecte su esencia.

Nueva Constitución

La nueva Constitución de Chile cada vez comienza a tomar más forma. En materia de justicia, la Convención Constitucional (CC) ha propuesto, entre otras cosas, eliminar la figura de fiscal nacional y cambiar la edad de jubilación de los jueces de 75 a 70 años.

¿Qué le parece que usted sea la vocera del Poder Judicial y que pueda terminar siendo la vocera del Sistema de Justicias?
Yo serviré al Poder Judicial con el marco jurídico normativo que le corresponda, sea la Constitución vigente o la nueva, las leyes que están u otras. En otras palabras, no nos corresponde decir ‘vamos o no a aceptar un estatuto’ (…) El punto es que ahora, mientras se esté a tiempo, se hagan valer aquellos aspectos que consideramos importantes y que podemos aportar desde el punto de vista de nuestra experiencia y preocupaciones.

Las cosas cuando uno las nombra tienen una definición distinta. Que no sea un poder, sino que un Sistema de Justicias, habla de que este poder se va a repartiendo y compartimentando. ¿Usted estima que era necesario?
No hace daño que el poder resida en varios organismos y que no esté tan concentrado. El punto clave es qué poderes residen dónde y de qué modo se ejercen. Para nosotros, lo importante es que la función jurisdiccional quede protegida de cualquier tipo de politización y situación que afecte la independencia de los tribunales”.

¿Usted considera que en la Convención se está trabajando con la suficiente experticia o conocimiento para transformar y refundar un sistema de justicia como el que tenemos?
Cuando se hace una nueva Constitución (…) la idea es hacer una mejor que la que había y, en consecuencia, la idea de refundar a mí me parece que no es necesaria. Lo que uno puede hacer es transformaciones profundas en ciertas instituciones, pero sin necesidad de refundar, porque las instituciones vienen algunas funcionando desde hace mucho tiempo y bien.

Vivanco recalcó que “inventar un país de nuevo es muy difícil y complejo, sobre todo en tiempos escasos”. “Mi opinión desde afuera (…) es que el camino, más que ser refundacional, es un camino de transformaciones profundas y, desde ese punto de vista, creemos que eso sí es factible y puede tener un buen resultado”.

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Muchos de los temas que está abordando la constituyente venían siendo pedidos por la Asociación de Magistrados hace mucho tiempo.
En esto nosotros nos hacemos cargo de que varios de los temas que se están tratando han sido interés de los jueces, preocupación de los jueces y, por cierto, también de los ciudadanos. Los detalles son los que efectivamente hay que limar o pulir para que el resultado sea el óptimo.

—¿Usted está tranquila, esperanzada o preocupada?
Estoy esperanzada. Creo que un proceso constituyente uno debe mirarlo con esperanza de que sea un buen resultado (…) Ahora, cuando uno tiene esperanzas en las cosas, también uno debe hacer lo que pueda para que eso sea así y, en consecuencia, tratar todos de aportar en la medida de lo posible para que este trabajo de la CC sea exitoso y eso también significa preocupación, pero no en el sentido negativo, sino que preocupación de tratar de aportar en que los cambios sean los que realmente el país requiere.

Respecto a los dichos de la ministra del Interior, Izkia Siches, ¿usted cree que hay una justicia para los que tienen y otra para los que no?
Chile es un país que ha tenido muchas diferencias a lo largo de la historia, las cuales hay que superarlas y creo que se están haciendo los esfuerzos (…) Desde ese punto de vista, no comparto que haya dos justicias. Hay una justicia y esa justicia está haciendo un esfuerzo para que vaya por encima de cualquier tipo de prejuicio o sesgo y ese es un esfuerzo de todos los días, no es un producto que emerge, sino que se hace, se genera y construye.