Fernanda Pinilla: “Mantenerme en el fútbol y la ciencia requiere mucho trabajo, se acerca un período de decisiones importantes”

Por CNN Chile

06.05.2022 / 00:00

En entrevista con CNN Íntimo, la defensa de la selección chilena conversa sobre fútbol, ciencia, política y su vida personal. Respecto al actual Gobierno, señala que "es difícil cambiar un modelo que ha existido durante tanto tiempo en Chile, pero creo que hay que comenzar por pequeños cambios".


Fernanda Pinilla tiene 28 años, juega por la Selección Chilena de fútbol como defensa y, además, es capitana de Las Leonas, el primer equipo femenino del Club Universidad de Chile.

Su camino no ha sido fácil. Pese a que el talento para el fútbol nació con ella, y lo cultivó en las calles de Puente Alto junto a uno de sus primos, sabía que estaba en minoría y no solo en lo deportivo.

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Decidió estudiar Licenciatura en Física, un área científica donde las mujeres tampoco abundan y, en términos identitarios, tras un largo recorrido, en 2018 se declaró abiertamente lesbiana.

Su domicilio político está en la izquierda y es una de las pocas deportistas que milita en un partido. Además, fichó por dos temporadas en la liga española antes de volver a la “U”, mismo club por el que alguna vez dijo que no jugaría nunca.

En entrevista con CNN Íntimo, Fernanda Paz Pinilla Roa abordó sus inicios en el fútbol y las problemáticas que han debido enfrentar las mujeres que participan en esta actividad. Además, contó detalles sobre su carrera en la física y su postura política, entre otras cosas.

Abriendo puertas

El pasado 28 de marzo, el presidente Gabriel Boric promulgó la ley que estable la profesionalización del fútbol femenino en Chile. “Es un proyecto que impulsó la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF), institución de la cual yo formé parte en su nacimiento”, cuenta Pinilla.

“Vi todo el proceso que llevó a formar esta asociación, este gremio de jugadoras que había pasado -y seguimos pasando- por muchas precariedades. Fue muy lindo desde que se presentó el proyecto, cuando nos ayudaron a impulsarlo ciertas diputadas y ver todo el camino”, agrega.

Agencia Uno

Fernanda relata la emoción que sintió cuando el proyecto fue votado en Sala. “Se me vinieron a la mente todas esas veces en las que nos cerraron la puerta, en las que nos dijeron que estábamos pidiendo un espacio que no era nuestro (…), que todavía Chile no estaba preparado”.

Espero que se venga un futuro bien prometedor para las nuevas mujeres y niñas que hoy quieren jugar al fútbol (…) Es lindo sentirse parte de ese proceso, sea de la vereda que sea, estando en el gremio, siendo jugadora, impulsando a niñas en los barrios”, señala.

Respecto a la disparidad en el ámbito futbolístico, cuenta que “uno de los primeros equipos a los que llegué del campeonato nacional fue a Católica y ahí las cosas eran mucho más marcadas porque entrenábamos bien tarde, no nos daban ropa para entrenar y no teníamos camarín para poder cambiarnos“.

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“Después me fui a Audax. Ahí contábamos con el apoyo externo, estaba tercerizada la rama femenina, y nos apoyaba mucho un concejal, quien nos enviaba a veces productos para el hogar, ese era como nuestro beneficio por estar en Audax, nos ayudaba también con implementos deportivos”, añade.

Pinilla manifiesta que “eran cosas que en ese tiempo como que romantizábamos, ya que queríamos estar en una actividad que era precaria para nosotras, pero nos encantaba el fútbol y nos apasionaba mucho. Entonces, naturalizábamos estas cosas y (…) pocas veces lo cuestionábamos”.

¿Qué hizo el giro?, ¿que ustedes hayan clasificado e ido al Mundial de 2019?
Creo que eso ayudó bastante a tratar de cambiar un poco la realidad del fútbol femenino en los distintos clubes (…) En la Copa América en 2018 nosotras salimos segundas, clasificamos al Mundial, nos ganamos un puesto también para jugar el repechaje en los Juegos Olímpicos.

La rojita empezó, tal vez, a llenar un espacio que ni siquiera sabíamos que existía.
Fue una clasificación histórica y también desde el lado social se impulsó mucho, ya que se vino también en 2018 un aumento del movimiento feminista aquí en Chile, lo cual dio mucha más visibilidad al deporte femenino, al fútbol, que también es un ambiente bien masculinizado.

“A veces las mujeres se nos acercaban a decirnos que habían dejado el fútbol por ser madres o por desarrollarse laboral o profesionalmente y al ver esta Clasificación -y tanto tiempo que llevábamos intentándolo- lo volvieron a retomar (…) Fue bien bonito también ese como cambio social que hubo”, dice.

Agencia Uno

Cuando decidiste que el fútbol iba a ser tu camino, ¿no te daba susto la precariedad?
Sí, pero lo que pasa es que no sé si en algún momento decidí que iba a ser futbolista profesional, si no que, en realidad, (…) me dejé llevar como por lo natural que era el estar en un club, ir a entrenar, jugar el fin de semana, pero también porque tenía el apoyo de mis papás para poder hacerlo.

Partiste jugando en la calle bien pequeña.
Me fui a un equipo de hombres (…), luego me vio un entrenador que tenía un equipo de mujeres en Puente Alto y ahí fue cuando conocí a más mujeres jugando fútbol. Pensaba que era la única mujer que jugaba a la pelota y quería estar en la selección de hombres, ya que era lo que veía en la tele, pero ahí llegué a jugar con más mujeres, tenía como 12 años.

Muchas veces pensaste en dejar el fútbol, ¿por qué?
Uno crece y empieza a tomar estas decisiones de qué es lo que quiero hacer, lo que encuentro igual bien fuerte, el hecho de tener que saber qué es lo que quiero hacer a los 18 años (…), pero ahí empecé a ver qué cosas me gustaban y me gustaba mucho la física y la ciencia.

La defensa narra que su interés por esta disciplina surgió gracias a un profesor de Enseñanza Media, Fernando Cea. “Entré a licenciatura en física y pensé mucho en abandonar (el fútbol) porque la carga académica empezó a aumentar y ya estaba faltando a algunos entrenamientos para poder estudiar más”.

No todo es deporte

En su libro Desobediente, lanzado en marzo de este año, Fernanda Pinilla relata que una de las primeras y pocas veces que faltó a un entrenamiento de fútbol cuando joven fue porque la tomaron detenida durante una manifestación estudiantil en el marco del estallido estudiantil del año 2011.

¿Cómo te fuiste involucrando y teniendo este interés social por manifestarte en contra de lo que creías que no estaba bien?
En mi casa siempre se ha hablado de política y de temas sociales. Yo no considero que sea una persona muy activa en eso, pero en el colegio se despertó un poco mi curiosidad por el sistema educacional chileno, por la estandarización de las pruebas y todo ese estilo.

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¿Qué era -o es- lo que más te disgustaba de la situación?
Una de las cosas que a mí más me llamaba la atención era el acceso a la educación, el tratar a la educación como un mercado donde básicamente uno tiene acceso a mejor educación dependiendo de lo que sus padres o tutores tengan en bolsillo.

Militaste un tiempo en Convergencia Social y eres una de las pocas futbolistas que tiene una postura política bien definida, ¿eso no te ha traído problemas?
Lo que puedo notar por redes sociales es el odio que uno puede ver por las pantallas. Una trata de hacerle la vista gorda a este tipo de comentarios u hostigamientos por las redes, pero igual genera un poquito de ansiedad, ya que estar leyendo muchos mensajes así genera malas sensaciones.

Fernanda reconoce que se ha “abstraído un poco de eso y también me he limitado un poco a dar mi opinión el último tiempo, pero sí trato siempre de dar mi postura sobre las cosas que no me parecen. Sin embargo, más que eso no me ha traído más problemas en el ámbito académico o profesional”.

—¿Qué esperas tú del presidente Gabriel Boric?
Chile se encuentra en un proceso constituyente y en un proceso social bien importante, en donde están ocurriendo hartos cambios (…) y creo que este Gobierno debe aceptar esos cambios e impulsarnos, abriendo más espacios también.

“Es un Gobierno que se declara abiertamente feminista, por lo que espero que esa bandera de lucha con la que se posicionaron (…) no la olviden. Es difícil cambiar un modelo que ha existido durante tanto tiempo en Chile, pero creo que hay que comenzar por pequeños cambios y espero que lo logren”, afirma.

Ser distinto o distinta en Chile puede llegar a ser complicado y tú en 2018 dijiste abiertamente ‘sí, soy lesbiana’, ¿cómo fue ese proceso?
La verdad es que es bien difícil lo que me tocó vivir. En algún momento me trataba de convencer de que no era lesbiana, de que no me gustaban las mujeres.

¿A qué edad te gustó la primera mujer?
La primera mujer -que también fue mi primera pareja- fue a los 16 años, y fue bien difícil porque mis padres (…) se lo tomaron bastante mal, también porque era una chica mayor de edad, tenía 19 años y yo 16. Se lo tomaron mal, sobre todo por la diferencia de edad, lo cual entiendo bastante.

Hay un proceso de aprendizaje de los papás me imagino también.
Sí, al principio obvio que me costó verlos en esa reacción, pero después con el tiempo entendí que ellos también tenían que pasar por un proceso, ya que crecieron con otra estructura respecto a cómo tenían que ser la relaciones amorosas y era difícil cambiarle esa estructura de sus cabezas.

El amor por la ciencia

La futura magíster en Física se encuentra actualmente trabajando en el estudio de materiales, concretamente en aislantes topológicos, aleaciones y el análisis de conductividad eléctrica a niveles atómicos y nanométricos, un área que es relativamente nueva.

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“Mi trabajo está orientado al estudio de materiales que son en dos dimensiones, su grosor es básicamente un átomo, algo que es imperceptible para la visión (…) Estos materiales existen y pueden prometer muchos avances a la tecnología, al manejo de información y también del almacenamiento”, detalla.

Pinilla confiesa que está “en el límite dentro del cual aún pueden convivir la ciencia y el fútbol, ya que son igual de exigentes las dos. Mantenerme en el fútbol de élite requiere mucho trabajo, tiempo y dedicación, así también la ciencia, y creo que se me acerca un período de muchas decisiones importantes”.