Mientras el mandatario no estrechó la mano de Pelosi, esta rompió su copia del discurso. Los demócratas denuncian que el presidente hizo un "acto de campaña".
El discurso anual del estado de la Unión en EE.UU. fue el más polémico y divisorio del que se tenga registros.
La instancia estuvo marcada por los roces entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que es una de las impulsoras del juicio político contra el mandatario.
Al comienzo del discurso, Pelosi se quedó con la mano estirada al intentar saludar a Trump. Durante el discurso realizó distintos gestos faciales y hasta movió los labios en una oportunidad con un claro “eso no es cierto” cuando el presidente hablaba sobre la inmigración.
Para finalizar, la congresista demócrata se aseguró los titulares de la prensa mundial rompiendo una copia del discurso cuando Trump ni siquiera se había bajado todavía del podio. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho, ella respondió que era lo más cortés que podía hacer.
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El vicepresidente Mike Pence afirmó al día siguiente que “está claro que el contraste aquí es un presidente que estuvo una hora y media dando un discurso sobre Estados Unidos y Nancy Pelosi a última hora tratando de que se tratara de ella“.
El senador demócrata Chris van Hollen, en cambio, respaldó a Pelosi y dijo que “ella tuvo la misma reacción que muchos de nosotros hubiéramos tenido. Creo que muchos estuvimos tentados de salir de la sala, pero no lo hicimos porque todavía tenemos cierto respeto por la ocasión, pese a que el presidente demostró que él no le tiene ningún respeto. Él trató el discurso del estado de la Unión simplemente como una oportunidad para hacer campaña. Nunca pierde una oportunidad para hacer campaña, nunca pierde una oportunidad para dividir al país y eso hizo anoche. Fue muy decepcionante que él haya elegido este escenario para este tipo de discurso”.
El discurso del estado de la Unión es por definición un evento solemne, pero tuvo muchas características de show de televisión y de evento de campaña.
Trump invitó también a Juan Guaidó y lo destacó como el presidente legítimo de su país.
Además, anunció una beca escolar para una niña, entregó la medalla de honor a un comentarista radial conservador que acaba de revelar que tiene cáncer y sorprendió a una familia que estaba en la audiencia con la aparición del padre militar que estaba desplegado en el Medio Oriente y que volvió para reunirse con ellos ante todas las cámaras.
“Digan lo que quieran del presidente Trump, pero es un maestro de lo visual. Fue un momento de reality de televisión que duró 78 minutos“, señaló el analista político Michael Smerconish.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
