Quien ha tratado de venderse a sí mismo una y otra vez como “el presidente de la ley y el orden”, pareciera no estar necesariamente dispuesto a acatarla. Donald Trump hizo un llamado a votar dos veces: una presencial y la otra por correo para poner a prueba el sistema electoral. Por la otra vereda está Joe Biden, a quien Trump ha tratado de ridiculizar bajo el apodo de “Sleepy Joe” (dormilón), y que hace lo posible por mejorar uno de sus aspectos más bajos: el carisma. Constantemente se le compara en este ámbito con el ex presidente Barack Obama, junto a quien trabajó a cargo de la vicepresidencia, pero al candidato demócrata no se le conoce por sus cualidades oratorias. En un tenso ambiente en que incluso se pone en duda la legitimidad de los resultados de noviembre, pone a prueba no sólo a los dos candidatos, sino también a la democracia estadounidense.