Francisco Huenchumilla, senador mapuche: “No hay ningún político chileno que conozca tanto al Estado como yo”
Dice ser el primer mapuche en ocupar altos cargos públicos. Francisco Huenchumilla conversó a fondo con CNN Íntimo sobre su rol como ex subsecretario, ex intendente, ex alcalde, ex diputado y actual senador de la Democracia Cristiana. Además, abordó la crisis que enfrenta la centroizquierda y el rol del Estado al abordar el conflicto mapuche.
Hijo de padre mapuche y madre huinca. Su abuelo peleó en 1881 en el último alzamiento general en el proceso de pacificación de La Araucanía, donde la paz se firmó en el cerro Ñielol.
Nunca le enseñaron mapudungun para que no lo discriminaran, pero ya de joven ha asumido el liderazgo para reconciliar ambas culturas. Quisimos conocer la tierra de sus ancestros y viajamos hasta La Araucanía para entrevistar en su lugar al ex subsecretario, ex intendente, ex alcalde, ex diputado y actual senador por la Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla Jaramillo.
En entrevista con Matilde Burgos en CNN íntimo, el actual senador habló de su infancia, recordó a su familia y nos cuenta cómo llegó a convertirse en el primer mapuche en ocupar altos cargos públicos y los desafíos que ha tenido que enfrentar, además del momento que vive como parlamentario de la DC.
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—¿Por qué su padre no quiso que aprendieran mapudungun?
—Creo que era una cosa propia de la sociedad de la época y no solo mi padre. Los mayores no querían por la discriminación que había, que sus hijos sufrieran si se les trababa la lengua aprendiendo dos idiomas y tenían que insertarse en el mundo de la escuela, la ciudad, era una manera de proteger a los hijos y hoy echo de menos no haber aprendido en ese entonces.
—Su casa era la mitad mapuche y la mitad española y además descendía de una familia española. ¿Cómo fue su crianza?
—Fue difícil porque en ese tiempo los militares vivían en la pobreza y mi familia fue diezmada por las enfermedades partiendo por mi madre que murió muy joven. Yo tenía 11 años cuando mi madre murió de tuberculosis, después una hermana murió de meningitis y posteriormente otra hermana de 18 años por tuberculosis. Fue una vida más o menos complicada.
—¿Cuáles fueron sus vivencias de niño en la cultura mapuche?
—Vivíamos en Temuco porque mi padre trabajaba en el regimiento, mi madre era dueña de casa y permanentemente íbamos a ver a mi abuela que murió cuando tenía más de 100 años.
—Se fue a vivir a Santiago y entró a otro seminario en Paine donde organizó la primera manifestación de los seminaristas para que pudieran optar al bachillerato y pudieran entrar a la universidad…
—Era algo más medieval y el choque para mí fue muy fuerte y dije, esto no es para mí. No querían que diera el bachillerato, incluso quería estudiar medicina porque era muy buen alumno, pero ellos me dijeron que no, que esto era un seminario y que no podía estudiar biología. Bueno sobre la marcha me tuve que poner a estudiar y eso me llevó a ser abogado.
—¿En Derecho era el único mapuche entre todos los alumnos?
—No solamente de la Escuela de Derecho, sino también de toda la universidad. No recuerdo haber conocido a alguien más. En la escuela no había nadie.
—¿Usted nunca vivió la discriminación?
—Una discriminación abierta y violenta, nunca.
“¿Cuándo el Estado chileno va a entender que tiene que entenderse con este pueblo?”
—Enumeramos los cargos públicos que ha tenido, pero no fue hasta que asumió como intendente cuando conocimos a Francisco Huenchumilla comprometido con la causa mapuche. El primer día que asumió pidió perdón a nombre del Estado y marcó una pauta distinta. ¿Por qué fue hasta ese momento en que usted asume una posición más dura y tal vez más opuesta a lo que han sido tradicionalmente los gobiernos?
—Creo que los seres humanos siempre estamos aprendiendo, viviendo un proceso de maduración y a mí me pasó eso porque además siempre he jugado de visita en todos los cargos. He tenido que luchar por el hecho de llamarme Huenchumilla, en todos los cargos que he tenido la gente tiene prejuicios.
—Una lectura política era por qué si fue parte en todos estos gobiernos no han hecho lo suficiente. ¿Por qué ahora levanta la voz?
—Porque a uno le cuesta mucho entrar en los circuitos del sistema político chileno de las elites chilenas. Soy una persona que siempre ha vivido en provincia de un origen determinado donde hay prejuicios y meterme en las grandes ligas donde pueda ser escuchado, donde mi voz pueda tener un sentido y donde el tema mapuche tampoco era parte de la causa del estado o de la agenda de los partidos, entonces es jugar de visita. Hasta que a eso uno dice, se acabó este tema y voy a romper los moldes porque no estoy de acuerdo con estos temas de los partidos, ni en el que milité ni en los gobiernos en que estuve. De ahí en adelante tengo absoluta libertad para opinar no solo de ese tema, sino que todos los temas. Me siento muy libre, siento que ya he dado todos los exámenes habidos y por haber, por lo tanto, digo con toda modestia que no hay ningún político chileno que conozca tanto al estado como yo.
—Parece paradójico que un gobierno de derecha, con un ministro de Desarrollo Social como Alfredo Moreno, antes de haber asumido el cargo ya había estado en La Araucanía.
—Falta todavía leer la letra chica y falta leer el documento definitivo de esto, yo solo valoro el gesto político de la derecha. De haber hecho un amplio diálogo y el ministro Moreno en eso es paradigmático porque él había venido infinidad de veces, mucho más que todos los ministros de Desarrollo Social en todos estos años, entonces esa verdad tu no la puedes esconder. Ahora, qué va a pasar en el desarrollo del plan cuando veamos los proyectos, eso es otro cuento, pero políticamente este gobierno tuvo un punch y yo se lo reconozco.
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—¿Cómo se aplica que cada vez que haya un atentado incendiario nunca se encuentra a nadie?
—El mundo mapuche desconfía totalmente del Estado. Se aburrió un sector del mundo mapuche de no creerle al estado y estimó que eran otras las vías para obligar al estado a cambiar de actitud. Entonces hay una estrategia que no es aceptada por todo el mundo mapuche, pero los objetivos son compartidos por todos en el sentido que el estado tiene una deuda histórica. Hoy está la derecha y es la demostración que el ministro Moreno que ha hablado con todo el mundo, porque se da cuenta que simplemente el camino de la represión no nos lleva a ninguna parte. El diálogo es el camino.
—Sin embargo, no se encuentra a ningún responsable cada vez que ocurre un ataque incendiario. ¿Hasta qué punto movimientos y dineros extranjeros han permeado al pueblo mapuche que han optado por esta vía violenta que probablemente tengan otras técnicas u otras tácticas?
—Eso es absolutamente falso. Uno tiene que tener una mirada de largo plazo para entender cómo se mueven los pueblos. Después de siete siglos el mundo mapuche se para y le dice que está en deuda y yo digo “¿cuándo el Estado chileno va a entender que tiene que entenderse con este pueblo?”.
—¿Cuál es el nivel de daño que ocasionó en las confianzas la Operación Huracán?
—Ahí tienes una manera torpe de hacer las cosas, una torpeza política porque no creo que Carabineros haga una cosa sin que el Ministerio del Interior lo supiera.
—¿Usted responsabiliza a Mahmud Aleuy?
—Responsabilizo al gobierno de época porque Carabineros es una fuerza operativa que depende del Ministerio del Interior, y esa institución hizo un montaje fraudulento para inculpar a comuneros mediante todo lo que nosotros conocemos, hay responsabilidad política.
—¿Se pagó esa responsabilidad política?
—Esa responsabilidad política, a mi juicio, no se ha pagado. Es una torpeza de marca mayor que naturalmente como el mundo mapuche no tiene la fuerza ni el poder en este país, pero soy claro, eso es una torpeza total.
“No sé por qué hay tanto temor al Partido Comunista”
—¿Qué lo cautivó de la Democracia Cristiana cuando estaba estudiando Derecho en la década del ’60?
—En esa época la Democracia Cristiana era el partido más importante de Chile, venía para arriba con Eduardo Frei Montalva como una figura emblemática y por lo tanto eran otros tiempos.
—¿Uted cree que efectivamente la DC va a lograr que tiene que abrirse a hacer un pacto político amplio?
—Bueno tenemos a dos grandes temas ahí. Una derecha muy fortalecida que después de muchos años llega al poder y se repite el triunfo contundente que tuvo el presidente Piñera y, por otro lado, tenemos en Chile un sistema multipartidista. Si vamos divididos no tenemos ningún destino.
—Ud. es partidario de hacer un acuerdo con el Partido Comunista, incluso mandó una carta a la Democracia Cristiana planteando esa idea. ¿Cree que va a ser escuchado?
—No sé por qué hay tanto temor con respecto a un partido chico que tiene mucha historia. Digo que el Partido Comunista es un partido más como el resto, bastante socialdemócrata y por lo tanto hay que trabajar con todos.
—¿Ve en el surgimiento de la derecha extrema el peligro hoy?
—Eso es lo que hoy está cambiando en el mundo con partidos neofascistas como la derecha que es ultraderecha y evidentemente es una luz amarilla que se nos prende a nosotros y eso indica que más que nunca la gente de centroizquierda tiene que buscar los caminos de convergencia, pero para eso tenemos que tener una respuesta y el problema es que la izquierda en el mundo no tiene una respuesta clara frente al desarrollo grande del neoliberalismo y el capitalismo.
—Ha ejercido casi todos los cargos del estado y le falta la presidencia de la República. ¿Usted estaría dispuesto a ser candidato presidencial?
—Mucha gente y amigos me plantean esto, pero he logrado tener un estado de profunda serenidad y felicidad interior. Soy una persona que no tiene ansiedades.
—Pero todo político aspira a la presidencia…
—No tengo ansiedades al respecto. En este minuto he logrado llegar hasta este nivel de mi vida con una tranquilidad total. Todas las responsabilidades llegan a su tiempo.