Se estima que un millón de niños está en riesgo de morir en Afganistán si no se aplica con urgencia una ayuda humanitaria, lo que sucede ad portas del invierno en el país mientras vive sus peores sequías en décadas, al tiempo que sus habitantes son testigos de un colapso económico que ha dejado una cifra récord de 22,8 millones de personas -más de la mitad de la población- enfrentando la hambruna. Un reportaje de CNN Internacional, realizado por Anna Coren, visitó hospitales del país en que los médicos deben intentar tratar casos críticos de bebés y niños con extrema desnutrición.