En entrevista con CNN Íntimo, el persecutor conversó sobre sus inicios en el Ministerio Público, su opinión respecto al sistema de nombramiento y el fenómeno del crimen organizado.
Héctor Iván Barros Vásquez nació en el año 1968 en la ciudad de Linares, pero quitando sus estudios profesionales, no se conoce mucho de su vida privada por una razón: es fiscal regional (Metropolitana Sur) y coordinador del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH).
Estudió abogacía en la Universidad La República, misma casa de estudios donde realizó un Diplomado en Reforma Procesal Penal. Tienen otro diplomado en Investigación e Inteligencia de la ANEPE y un postítulo en Derecho Penal de la Universidad Católica del Norte.
Arribó al Ministerio Público en mayo del 2001 como fiscal adjunto en La Serena y en 2004 se trasladó a la Fiscalía Regional Metropolitana Sur. Luego, en 2006, asumió la jefatura de la Fiscalía Especializada en Antinarcóticos y Crimen Organizado de la misma región.
La vida de un fiscal
En conversación con CNN Íntimo, Barros cuenta que entró a la Fiscalía “básicamente por las víctimas”. “Era abogado de una municipalidad entonces y me tocaba atender muchas víctimas, que no tenía por qué atenderlas, pero las atendía igual y me di cuenta de que el sistema penal de ese momento, el inquisitivo, era super oscuro y muy poco empático con las víctimas”.
“Cuando aparece este nuevo sistema procesal penal hice un diplomado, ahí postule y pasé todos los procesos, pero lo que más me llamó la atención con el tiempo fue que yo jamás pensé que ser fiscal era un puesto que a uno lo iba a exponer tanto públicamente. O sea, nunca me lo imaginé ni lo dimensioné. Cambia bastante (la vida)”, agrega el persecutor.
—No tienen redes sociales y se tienen que cuidar, ¿cómo se vive eso?
—Por lo general yo no tengo redes sociales y si las llego a tener no opinaré jamás ahí. (…) Debemos tener harto cuidado, porque además me toca conocer las causas a nivel nacional que hay sobre amenazas en contra de fiscales, jueces y autoridades. Entonces, en ese caso, creemos nosotros que el autocuidado es una de las herramientas fundamentales.
A su juicio, si los fiscales no son capaces de tener autocuidado “ninguna de las otras medidas que podamos adoptar van a servir”. “Esto es super relevante, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo. Hace 15 años quizás no era necesario, pero el día de hoy con los nuevos grupos criminales que han estado operando es absolutamente necesario”.
—¿Y cómo se vive con una amenaza?
—nunca me han amenazado o no me he dado cuenta. Siempre he dicho que la relación que tengo con los imputados al término de los juicios por lo general no es mala porque nunca he necesitado de ellos para poder llevarlos a juicio o condenarlos, vale decir, cada vez que hacíamos las detenciones, me decían que querían declarar y yo les decía que no los necesitaba.
—¿Cómo lo hace los fines de semana?
—A mí me gusta estar mucho en la casa, así que no hay problema con eso y la verdad es que nunca me he expuesto más de lo necesario, por lo general no me van a ver mucho en lugares públicos, pero porque siempre mi vida ha sido, no es porque solamente ahora sea así.
No deberle nada a nadie
En enero del 2023, tras muchas ideas y vueltas, el Senado aprobó al abogado y exfiscal Ángel Valencia para ejercer el cargo de Fiscal Nacional. El fiscal Barros cuenta que entonces le plantearon la idea de postular al cargo, pero no quiso, ya que “no quería tener que recurrir a nadie para solicitar estar en una quina”.
“La campaña que hice para la Fiscalía Regional la hice personalmente, pero porque muchos jueces me conocían desde que eran jueces de garantía o porque compartíamos ámbitos académicos, pero jamás le pedí ayuda a nadie, de hecho son bastante pocos los votos que obtuve en mi postulación”, afirma.
En esta línea, el persecutor confiesa que le da mucha tranquilidad “el no deberle nada a nadie en la postulación”. “Yo siempre pensé que debería bastar la trayectoria y el desempeño que había tenido durante todos estos años, que son 23 años los que llevo en el Ministerio Público”.
—¿Por qué no quiso postular a la Fiscalía Nacional?
—Siento que tenía un compromiso primero con la Fiscalía Regional a la que postulé y segundo porque no quería tener que recurrir a nadie para solicitar estar, por ejemplo, en una quina. El sistema funciona de cierta manera y a nuestro entender siempre hay que solicitar ese apoyo. A mí cuando me lo plantearon dije que no estaba disponible para solicitar ningún apoyo porque después no soy de aquellos que van a pagar algún favor si es que lo pido.
El fenómeno del crimen organizado
En los últimos años, un fenómeno ha copado los medios de comunicación y la agenda política: el crimen organizado. Esta realidad preocupa cada vez más a las autoridades y a la ciudadanía, planteando interrogantes sobre la capacidad del Estado para contrarrestarlo.
Barros detalla que el crimen organizado tiene “niveles de organización, que esa organización tenga permanencia en el tiempo, distintos niveles jerárquicos, que uno pueda distinguir los mando superiores de los inferiores y además persiguen el fin del lucro. En el caso de estas organizaciones nuevas, lo que hemos agregado es la transnacionalidad del delito”.
“La transnacionalidad lo hace mucho más complejo de investigar, toda vez que son organizaciones que vienen de otros países, pero que muchas veces mantienen los mandos superiores fuera del país y de allá empiezan a dar instrucciones”, detalla.
—¿Faltan recursos para formar carabineros, fiscales y policías?
—Esas medidas son a más largo plazo. Generalmente, la inversión en dinero va focalizada en la compra de equipamiento, que se necesita, pero lo que más se necesita son las dotaciones de personal disponible para efectos de poder hacer este tipo de trabajo, porque no sacamos nada con meterles mucho dinero para comprarles inmuebles, vehículos y armamento, si no tenemos el personal necesario para que los pueda utilizar y eso es una medida a más largo plazo.
“A nosotros nos siguen incorporando delitos, pero los delitos no llegan con recursos, entonces si a un fiscal le cargábamos 100 causas, ahora hay que cargarle 120 o 130 sin ningún recurso adicional. Todas las normas deberían venir con una actualización de los recursos, porque lo que estamos aumentando es la carga laboral y eso no ha sufrido grandes cambios”, asegura.