En conversación con CNN Íntimo, la "baladista de América" se refirió a su regreso a la TV tras 13 años, contó la trastienda del cover que le hizo a "Amorfoda" de Bad Bunny y reflexionó respecto a la lucha de las mujeres. “Yo incito a las mujeres a hablar, a gritar a la violencia”, afirmó.
Tras 13 años vuelve a la televisión en el escenario de Yo Soy, el nuevo programa de Chilevisión que se estrena este domingo 12 de mayo. Semanalmente unirá su experiencia musical con la calidez de una de las mujeres más queridas de Chile.
Los escenarios los conoce de sobra. Se subió por primera vez a uno cuando tenía 10 años y recibió aplausos en los más importantes de América, como el Festival de Viña del Mar, donde ha sido la única mujer en ser cantante, jurado, reina y conductora por cinco años seguidos.
Le ha cantado al amor por más de tres décadas. Es la baladista más reconocida de Chile, pero tampoco teme incursionar.
Myriam Raquel Hernández Navarro (54) conversó con CNN Íntimo sobre la lucha de las mujeres, las críticas que tuvo al inicio de su carrera, la nueva generación musical y su incursión en el trap.
Asegura estar cómoda con su regreso a la televisión. Confiesa que durante estos años tuvo distintas ofertas en esta área, pero no las aceptaba porque no se “sentía parte de la televisión de hoy”.
“Llevaba dos años sin parar, entonces, en esa instancia menos iba a tener tiempo”, dice.
El proyecto para ser jurada en Yo Soy llegó mediante su marido, Jorge Saint-Jean, y la propuesta la cautivó. Sabe que regresa a la televisión en un Chile distinto, pero confiesa que la neutralidad del programa de imitadores la hace sentir que vuelve a un espacio familiar. “Es transversal, por ese lado estoy sumamente contenta”, agrega.
El 8 de marzo pasado, Chile vivió una jornada histórica en el marco del Día Internacional de la Mujer. Miles de mujeres repletaron las calles de distintas ciudades en varias marchas multitudinarias a lo largo del país.
Myriam se encontraba en Colombia en esa fecha, y si bien no estuvo de forma presencial en la marcha, sostiene que apoyó a las mujeres que estuvieron presente.
“Estoy de acuerdo con que la mujer grite, hable. Es más, yo incito a las mujeres a hablar, a gritar a la violencia, no hay que tener miedo, nunca más (…) Ha habido un cambio generacional, pero falta mucho todavía”, afirma.
Incluso, recuerda que desde que comenzó su carrera buscaba “canciones que le hablaran al amor en general”.
“Cuando yo tenía 18 ó 20 años nunca me gustó cantarle al amor en forma sumisa o, al contrario, tratando de dejar mal al hombre”, asegura.
Según cuenta, esta determinación le costó críticas en un comienzo por parte de su compañía discográfica.
“Me decían ‘eso ya no vende’. (También) Me dijeron que me tenía que llamar Myriamé y dije ‘no, me voy a llamar Myriam Hernández, aunque no sea un nombre comercial’”, añade.
En la misma línea, se refiere al cambio de frase que tuvo una de sus icónicas canciones: El hombre que yo amo.
“Al ser tan joven me encantó la canción, me enamoré. Sin embargo, no reparé en su letra y hay una frase que hace unos ocho años me empezó a molestar y hace cinco dije ‘la voy a cambiar’. Decía ‘vuela siempre lejos, pero vuelve al nido’. Es decir, va y yo lo perdono. No es mi forma de ser, yo no lo haría y no quiero que las mujeres lo hagan”, señala.
Por este motivo, la corrigió por “vuelo siempre lejos, pero vuelvo al nido”. “Eso no significa que al revés sea la cosa, pero es una forma de cambiar esta sumisión aceptando que el hombre te engañe”, explica.
A su vez, dice “no ser feminista ni machista”. “Creo que hay un término medio en donde me gusta luchar y entender a las mujeres que luchan por sus derechos, pero también me gusta la femeneidad, me gusta que me regalen flores, que me abran la puerta del auto, me gusta saber que somos más sensibles. Me gustan los piropos con respeto”, enfatiza.
Jorge Saint-Jean Hernández, su hijo, fue quien dirigió el video del tema Amorfoda, en el que le responde a Bud Bunny incursionando en el género del trap.
“Cuando me preguntaban por el trap y la música urbana, yo sostenía que una canción de Bud Bunny me gustaba mucho y era Amorfoda, yo decía que era una balada”, afirma.
Dice que en una entrevista en una radio en Nueva York le dieron la idea de hacer una versión del tema. Llegó a Chile decidida y su hijo le dijo: “Respóndele como la baladista de América. ¿Quién mejor que tú, mamá, para hablarle de amor?”.
En ese instante, dice, se empoderó. Hicieron la letra y le encantó. También se tomó el tiempo de ver videos para detectar los movimientos corporales en este género y sumarlo a su estilo. La grabación duró un día y cuando vio el video asegura que lloró de emoción.
Destaca a Bud Bunny como uno de los exponentes de la nueva generación musical y recalca, además, estar encantada con Paloma Mami.
Pese a que ellos representan una música urbana, cree firmemente en la permanencia de lo romántico.
“Es una generación distinta, pero no siento que la música romántica muera. Es música para siempre. Es un sentimiento, no es una moda”, señala.
Por lo mismo, asegura que Amorfoda es una balada y que sólo cambia cuando comienza a rapear.
“Creo en la fusión de la música y creo que igualmente va a permanecer la música romántica por siempre”, concluye.
La periodista de CNN Chile agradeció la distinción y recordó la trayectoria de Correa, quien es recordada como la entrevistadora más importante de la historia de Chile.