(EFE) – El presidente estadounidense, Joe Biden, y la canciller alemana, Angela Merkel, intentaron este jueves limar asperezas en torno al gasoducto que conectará Rusia con Alemania y trazaron una hoja de ruta para la relación futura de sus países. Merkel se convirtió en la primera gobernante europea a la que Biden recibe en la Casa Blanca desde que asumió el poder en enero, y su visita tuvo aroma a despedida, puesto que llegó pocos meses antes de abandonar a finales de este año la política activa. “Hoy, de nuevo, he visto que no solo somos socios y aliados, sino amigos muy cercanos”, le dijo Merkel a Biden durante la rueda de prensa. Sin embargo, hubo un punto de claro desacuerdo: la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que unirá Rusia y Alemania por el mar Báltico y está casi terminado. La Casa Blanca considera que la reciente decisión de Biden de eximir de sanciones a la empresa constructora del gasoducto ha facilitado un debate más calmado sobre el tema con Berlín, pero eso no evitó que el presidente estadounidense aireara públicamente su “preocupación” por el proyecto.