Vivir con dolor crónico puede ser una experiencia desafiante y afectar profundamente la calidad de vida de las personas. En Chile, se estima que uno de cada tres adultos sufre alguna forma de dolor crónico, una realidad que va más allá de lo físico y también impacta en el ámbito emocional.
Afibropuente ha desarrollado diversos talleres, como el llamado “Entre carretes y bovines”, liderado por Rosa. Esta iniciativa tiene como objetivo fomentar la participación activa de las mujeres y devolverles la confianza en sí mismas. A través de la enseñanza y el intercambio de experiencias, buscan fortalecer los lazos entre las integrantes de la comunidad.
Lo que comenzó con 33 mujeres ha ido creciendo y hoy Afibropuente cuenta con 85 socias. Su meta es inspirar a otras comunidades a crear espacios similares, bajo el lema “del dolor al amor”. Esta agrupación demuestra la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo para afrontar el dolor crónico. Los detalles en el video.