Zimbabue solo cuenta con 19 psiquiatras y 35 psicólogos clínicos para una población de 15 millones. En 2004, el panorama era aún más crítico, con solo dos psiquiatras que trabajaban en la salud pública de todo el país. Por ese entonces el doctor Dixon Chibanda, psiquiatra de la Universidad de Zimbabue, llegó a una solución poco probable y pensó en un grupo de mujeres voluntarias, más conocidas como “las abuelas”, para establecer terapias que consistían en sentarse a conversar con personas con trastornos mentales en unos bancos a las afueras de los consultorios. Comenzó con un equipo de 17 abuelas y ya cuenta con más de 700 consejeras.
“Les damos la habilidad de resolver problemas con terapia, sentándose con clientes y conversar los problemas de una forma estructurada, para ayudar a la gente a salir de la depresión y también empoderarse con algunas habilidades para asistir a alguien de una grave depresión. Les enseñamos cómo detectar los síntomas. Así que son un gran valor en la comunidad”, contó Bernice Chawira, supervisora e instructora de “The Friendship Bench”. El proyecto se replicó en otras partes del mundo y funciona actualmente en Malaui, Zanzibar, Kenia y Nueva York. La organización aspira alcanzar el millón de personas atendidas para 2023.