La pobreza y el trauma infantil: un impacto silencioso en el desarrollo cerebral
Por CNN Chile
17.12.2024 / 12:00
La falta de recursos y los entornos adversos no solo limitan oportunidades, sino que pueden dejar secuelas profundas en la salud mental y física de niñas y niños.
La pobreza afecta mucho más que el bienestar económico de las familias. Las condiciones adversas y la falta de recursos aumentan la probabilidad de sufrir traumas infantiles debido a situaciones como abuso, maltrato o violencia doméstica. Estos traumas pueden dejar una huella profunda en el desarrollo cerebral, afectando áreas clave relacionadas con la memoria, el aprendizaje y el autocontrol.
El cerebro en entornos de adversidad
El estrés tóxico generado por experiencias traumáticas puede provocar daño estructural en el cerebro infantil. Se alteran regiones como el hipocampo, encargado de la memoria, y la corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones. Esto puede derivar en dificultades de aprendizaje, problemas de salud mental y bajo rendimiento social y académico.
Sin embargo, el impacto del trauma puede mitigarse. Intervenciones tempranas, acceso a salud mental y entornos escolares positivos son fundamentales para fomentar la resiliencia. La resiliencia permite a los niños adaptarse y superar la adversidad, promoviendo relaciones saludables y un mejor bienestar emocional.
Expertos señalan que es necesario transformar las escuelas en espacios más inclusivos y efectivos. “Las clases deben ser más cortas y emocionalmente positivas para permitir tiempo a actividades básicas como el sueño y el ejercicio”, explican. Además, educar a los niños sobre el funcionamiento de su cerebro ayuda a moldear sus experiencias y reducir los efectos del trauma.
Invertir en la salud mental y emocional de la infancia es clave para romper el ciclo de pobreza y trauma, construyendo así un futuro con mayores oportunidades para todos.