El presidente del organismo, Jorge Jaraquemada, señaló que la política de privacidad de la app permite que "la información recopilada puede ser transferida por FaceApp y sus empresas relacionadas a otros países o jurisdicciones de todo el mundo".
La popular aplicación FaceApp, que envejece la apariencia de los usuarios que suben fotografías de sí mismos, ha estado en el ojo del huracán producto de las críticas que ha recibido en relación a la privacidad y protección de datos.
En ese escenario, el presidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), Jorge Jaraquemada, también se sumó a las alertas y apuntó a los riesgos que implica el uso de dicha herramienta, de procedencia rusa y que pertenece a la empresa Wireless Lab, debido a los bajos estándares de protección de datos personales.
“Su política de privacidad reconoce que recopila fotos (incluidos metadatos) e información personal (direcciones de correo electrónico), y que la información recopilada puede ser transferida por FaceApp y sus empresas relacionadas a otros países o jurisdicciones de todo el mundo, dándole bastante discrecionalidad para tratar la información recopilada, en desmedro de los usuarios de la aplicación y sus derechos”, dijo.
El abogado explicó que le parece “más grave aún” que, en los términos de uso, los usuarios “le otorgan a FaceApp una licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, sin royalties, totalmente pagada y con licencia transferible para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar los contenidos del usuario”.
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Con dichos términos, además se autoriza a exhibir “cualquier nombre, nombre de usuario o imagen proporcionada en relación con dicho contenido, en todos los formatos de medios y canales conocidos o que sean desarrollados posteriormente, sin compensación para el usuario”.
De este modo, Jaraquemada apuntó a que en Chile la regulación en materia de protección de datos es “escasa” y está “desactualizada -data de 1999-, por lo que apuntó a la necesidad de que el cuerpo legal se hagan cargo de los problemas que plantean las nuevas tecnologías.
“Adquiere relevancia la aprobación de una nueva ley de protección de datos, donde un órgano autónomo e independiente, como el Consejo para la Transparencia, sea el encargado de velar por el resguardo de datos personales”, señaló.
“Así se podrá fiscalizar a las redes sociales y otras aplicaciones que tratan datos personales, asegurándose de que toman las medidas necesarias, pudiendo sancionar en caso de incumplimiento”, agregó.