Se trata de la plataforma XX Messenger de XX Network, que permite a los usuarios comunicarse en tiempo real, pero por medio de cientos de nodos descentralizados operando a nivel mundial que no permiten a empresas ni otros actores obtener los metadatos del contenido compartido.
Actualmente, las aplicaciones para compartir mensajes en tiempo real han recibido diversos cuestionamientos por no asegurar completamente los datos ante la recopilación de información personal de sus usuarios.
Al momento de comunicarse, la gran mayoría prefiere los servicios de mensajería instantánea: WhatsApp —utilizado por el 80% de los chilenos y chilenas—, Telegram o Signal, permiten escribir, enviar extensos mensajes de audio, hacer videollamadas o intercambiar imágenes.
Lo que pocos saben, es que estas aplicaciones vigilan y perfilan a la mayoría de los usuarios digitales. ¿Qué quiere decir esto exactamente? Que aunque no saben qué dice la persona, sí saben a quién se lo dice cuándo lo dice y con cada qué frecuencia se comunicas con ciertas personas. Algo que en tecnología se llama metadata.
Esta información personal o metadata se comercializa, remata y monetiza de manera cada vez más creciente a publicistas y grupos políticos, quienes la usan en estrategias de micro focalización y, en el peor de los casos, manipulación de consumidores o votantes.
En dicho contexto, esta semana fue lanzada la plataforma de mensajería XX Messenger, de XX Network, empresa que busca proteger los principios originales de internet, como la privacidad. Así, sus impulsores han manifestado que la plataforma está pensada para “proteger y fortalecer derechos inalienables en el futuro de la web3″.
El equipo tras su creación desarrolló sistemas tempranos de codificación prácticos, anónimos y verificables.
David Chaum, inventor del dinero electrónico y fundador de XX Network, ha afirmado que la reciente inquietud sobre la privacidad ha sensibilizado al público con respecto a problemas con el control de información personal por parte de entidades centralizadas como Facebook.
“Al darse cuenta que su información está siendo mal usada por entidades empresariales, las personas están ahora tratando de entender cómo usar la codificación y teléfonos inteligentes para protegerse”, dijo Chaum, manifestando que “XX Messenger está descentralizando de manera segura la comunicación privada de la misma manera que Bitcoin descentralizó las finanzas“.
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Igual que otras similares, XX Messenger permite a los usuarios comunicarse en tiempo real, pero por medio de cientos de nodos descentralizados operando a nivel mundial. La aplicación, disponible para IOS y Android, posee chat grupal y, además, permite compartir imágenes y audio.
En detalle, explicaron, “cada mensaje enviado por XX Messenger pasa por cinco nodos elegidos al azar entre cientos de nodos en el mundo“, agregando que, en este caso, “no existe una entidad centralizada que los gobiernos puedan coaccionar, ninguna empresa que pueda introducir spyware o entregar datos de su base de datos”.
La XX Network, que soporta el XX Messenger, dicen, “es una blockchain descentralizada, distribuida ahora en mainnet y se opera en un software transparente operado por 350 nodos de propiedad privada en más de 80 países“.
“El desafío es enfocarse en la privacidad y la protección de datos personales”, han señalado, “por eso XX Messenger ofrece shredding de metadatos“. En fácil, la compañía explicó que “toda la mensajería existente puede capturar y, potencialmente, explotar metadatos. El shredding de metadatos se hace enviando mensajes por nodos de XX Network elegidos al azar en todo el mundo, cada nodo cambia el orden y la codificación antes de ser reenviado y borra cualquier registro de lo que ha hecho“, añadiendo que “cada parte de metadato de quién está hablando, con quién y a qué hora, es destruido antes de que cualquiera de las partes se pueda armar para hacer el seguimiento“.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
