Konami lanzó su nueva entrada en la franquicia con un esmerado cuidado hacia Colo Colo y a sus otros equipos partners. Analizamos los cambios y las mejoras gráficas de este año.
Último trimestre del año y llegó la tradicional renovación del fútbol en la estantería digital. Llegó el momento, también, para Konami de presentar sus nuevas cartas en Pro Evolution Soccer 2019. El título que, a saber, tiene un gameplay con una fórmula probada y aprobada por sus fanáticos -más arcade que la competencia- pero con pequeños ajustes en el sistema de pases y animaciones de los jugadores. Eso sí, y no hay que mirarlo en menos, el haber añadido este año más y mejores animaciones para los porteros dio como resultado un juego no sólo más real, sino que también menos frustrante respecto a la entrega del año pasado. El arquero ahora responderá en situaciones inesperadas de forma notoriamente más real y eficiente. 
En cuanto a modos de juego, es lo que se espera de PES, sin inventos raros, tal como le gusta al fan: Liga Máster, Co-op y myClub.
Eso sí, en esta última modalidad, la mejora en la presentación es relevante, con thumbnails especiales para cientos de jugadores que ahora llegan en formato de tarjeta a las diferentes plantillas, pero que además tendrán cada semana versiones especiales según su rendimiento en el mundo real.
Pro Evolution Soccer viene al alza. La versión 2019 es un título que enfrentó con más fuerza eso que le viene faltando en la última década: las licencias. Tema sensible para el amante del fútbol, y un vacío que PES no puede esconder frente a su competencia. Si bien añadieron siete nuevas ligas con todos los equipos y derechos, tristemente ninguna de ellas puede reemplazar la ausencia de la Bundesliga, La Liga o la Premier League. https://twitter.com/officialpes/status/999213366630604800 Sin embargo, Konami lo sigue resolviendo de manera inteligente mediante dos aristas: acuerdos clave con equipos estratégicos (partners) como FC Barcelona, Liverpool o Colo Colo, y la fórmula in-game de importación de kits, a estas alturas un clásico de la franquicia. 
Eso último no hay que subestimarlo. Una simple imagen en PNG -más algo de tiempo de edición- puede transformarse en la solución para el dolor de cabeza que significa para algunos tener que disputar un partido entre el MD White y el Man Blue. Pero también puede tornarse un incentivo adicional para sumarse a PES y, de paso, convertir esa carencia nominal en una auténtica fortaleza. Es ese el caso de quienes preferimos siempre iniciar una carrera con el club de nuestros amores asumiendo que difícilmente aparecerá algún día licenciado en un título de deportes. 
Pero el hoyo negro en esta entrega está en las competiciones: ya no hay Champions League, ni Europa League ni Supercopa de la UEFA. Todo se fue a FIFA, y con eso para muchos el partido está liquidado, considerando también que Copa Libertadores y Sudamericana desaparecieron el año pasado.
Sólo queda la AFC Champions League, el máximo torneo de clubes de Asia. Y eso es para lamentar. Una debilidad remontable, pero muy dolorosa.
A menos que estés en Chile.
Año 2006. Konami dominaba la escena en la que más tarde se convertiría en la consola más vendida de la historia. Sin embargo, a PES 6, obra maestra por aquel entonces, le faltaba algo para ser perfecto: el fútbol chileno, dijo el gamer criollo. No daba ni para soñarlo. El interés siempre estuvo volcado en las figuras de la liga española y el Calcio. Era la época de Adriano, el “Emperador” y semidios con 99 de potencia de tiro. Mientras en Chile, era la época de Acosta, “Kalule” y el “Choro” Navia. Así, y fuera de la órbita internacional, al chileno no le quedó otra que recurrir al elaborado y clandestino parche pirata para tener a los jugadores, kits y clubes locales. 
Hoy, doce años después, ese chileno lo tiene absolutamente todo en el juego: dos estadios, los relatores de “La Roja”, todos los equipos de Primera División licenciados, trofeo y balón oficiales.
Y eso no sólo responde al nivel mostrado por los bicampeones de América, sino que también a la estrategia de Konami de abarcar menos y apretar más en mercados-bastiones para la franquicia. Jamás se había visto un juego tan completo para los fanáticos de nuestro país en esta materia. El acuerdo de dos años de exclusividad con Colo Colo anunciado el año pasado permitió no sólo arrebatarle a FIFA el equipo más importante del torneo nacional, sino que también hacer realidad el Estadio Monumental con lujo de detalles, incluyendo guiños pintorescos como los clásicos “quitasoles” que bloquean los proyectiles de la hinchada. 
Pese a que Pro Evolution Soccer ya tomó el liderazgo en materia de rostros, kits y estadios, todavía quedaron espacios de crecimiento en la entrega anterior, principalmente en el terreno de juego. Como analizamos el año pasado en CNN Chile, la cancha –pese a que mejoró- seguía viéndose como una mesa de pool. Aquí se dio un hecho sorprendente: personalmente nunca creí que la mejoría en la calidad del césped cambiaría tanto la experiencia completa del juego, pero así fue. Ahora, ya sea en la cámara amplia del gameplay o en las repeticiones, se pueden apreciar los reflejos casi heterogéneos en las hebras de pasto. Podría considerarse misceláneo al no afectar en la jugabilidad… eso hasta que lo comparamos con la experiencia de PES 2018. 
Y si lo sumamos al énfasis en el modelaje de los estadios, gráficamente Pro Evolution Soccer se convierte en sinónimo de detallismo. Es cuestión de ver cómo fue mapeado el Veltins-Arena, la casa del Schalke 04: escaneando con cámaras de alta tecnología que a través de un láser obtienen sin contacto capturas en 3D de todo el recinto, incluyendo los túneles. Ello con el nuevo sistema de iluminación “Enlighten”, producen calidad incontestable.
Y finalmente un avance sobre terreno sólido. Las caras se ven todavía mejores y con un mayor banco de jugadores con su aspecto diseñado específicamente. Hay muchas caras nuevas respecto a las genéricas que vimos el año pasado, sobre todo en equipos sudamericanos. 
La experiencia en línea con los servidores de Konami en los últimos años ha sido de dulce y agraz. Por lo mismo, las disculpas de la compañía son bastante frecuentes. Pero particularmente en PC este año, los usuarios experimentamos desde el día 1 problemas con la conectividad producto del Error VNBP733, el cual la compañía tuvo que comenzar investigar sobre la marcha. Una epidemia que, al cierre de este review semanas tras el lanzamiento, seguía sin solución. Esperable era la molestia y los cientos de pulgares abajo en Steam en señal de “no recomendación”. En este sentido, PES no da garantías de que este año ofrezca –al fin- una experiencia online libre de estrés.
Pese a los baches del lanzamiento, y la dolorosa partida de la Champions League, PES pulió todavía más su sello arcade en el gameplay e introdujo sabiamente mejoras y sutilezas gráficas que todo fanático sabrá apreciar, sobre todo en 4K. Nunca antes un juego de fútbol tuvo tanta dedicación hacia Chile.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
