“Sushi Strikers” propuso un disparate de animé y puzzles, pero es extremadamente adictivo

Por Joan Xavier Alemany

21.09.2018 / 09:05

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Una mezcla entre una premisa delirante y una explosión de efectos existe hoy en Nintendo Switch y 3DS. Analizamos un juego que podría llegar a ser de culto.


Mirar la caratula genera escepticismo, y al comenzar a jugar te golpea una propuesta jamás vista, colorida, bizarra e, incluso, arriesgada para un simple juego de puzzle.  

En Sushi StrikersThe way of Sushido estamos en una nación en la que el sushi, el alimento más delicioso sobre la tierra, está prohibido. Y cómo no, hay rebeldes en el camino.  

Ahí es cuando apareces encarnando a Musashi, un joven dispuesto a entender y dominar los secretos de la batalla para –en un largo camino con distintas etapas- liberar al país del régimen imperante. Repetimos: todo por el sushi. 

Frenesí 

El juego tiene un ritmo difícil de captar en un comienzo. Si bien estás al tanto de que es un juego de conectar platos –lo cual resulta natural e intuitivo en la pantalla táctil de Nintendo Switch o 3DS– el gameplay está condimentado con una serie de elementos RPG, powerups y habilidades que hacen más adrenalínica la experiencia. 

La idea es sencilla: disputar batallas contra enemigos de distinto nivel, y la estrategia es juntar platos del mismo color -con movimientos lineales y de zigzag- que se van moviendo en cintas donde el sushi es servido. Mientras más grande la combinación, más larga será la pila de platos que va a quedar almacenada como arma.  

Esa “munición” es arrojada deslizando el dedo hacia el oponente. El daño producido dependerá de la extensión del combo y del uso de los denominados “Sushi Sprites”, que son guardianes que puedes equipar (máximo 3 por partida) para, por ejemplo, aumentar el poder ofensivos o restaurar tu salud. 

Estos “monstruos”, muy a lo Pokémon o Yo-Kai Watch, tienen identidad propia. De hecho, en total son 103 con diferentes habilidades que se pueden activar en medio de una batalla y llevarte a emocionantes victorias en el último suspiro.

Personalmente destaco este aspecto: brindarle al jugador la elección sobre qué poderes les son más cómodos para su estilo de juego –o ser acompañado de sus monstruos preferidos- es una característica no solamente refrescante, sino que también fundamental. 

El problema es que el funcionamiento de todo aquello -a la par con los detalles de la historia- se introduce mediante diálogos al más puro estilo de una novela gráfica japonesa, combinado con cutscenes de un animé de mediano presupuesto pero con un voice-over que le da un necesario tono de seriedad a un argumento que lo requiere para convencer. 

Por lo mismo, es un problema sobre todo en el comienzo: hay que tener mucha paciencia. Hay demasiado texto y saltárselo no es una opción, ya que evitarlos dejaría un vacío de información incómodo en términos de gameplay. 

Sin embargo, y para evitar la frustración en la etapa temprana de un juego -que demanda subir el nivel del personaje principal y los acompañantes para derrotar a los jefes de alto nivel- existe el modo práctica, al margen del modo historia. 

Y algo bueno en Nintendo Switch: puedes jugar contra tus amigos de manera local.  

Eso sí, es necesario enfatizar que jugar con los controles es abrumador. Por lo mismo jugar conectado a la TV es casi imposible, y siempre te rondará el fantasma que te recuerda que usando la pantalla táctil todo se vuelve muchísimo más simple y efectivo. 

Con todo, y sin lugar a dudas, una vez dominados conceptos que se introducen de manera gradual conforme vas avanzando, Sushi Strikers resulta una bomba de colores y sonidos que complacen, en una suerte de adictivo y reconfortante efecto Candy Crush que muchos títulos intentan pero que pocos consiguen. 

EN SUMA 

A diferencia de sus competidores más cercanos que habitan en la dimensión de los móviles, este es un título que promete horas de juego sin parar, con numerosas etapas rejugables en la búsqueda del puntaje máximo, enemigos delirantes y una historia cuya premisa, por ridícula que parezca, es defendida con convicción hasta el final. No encontrarás nada parecido en un smartphone.