Hugo Morales nos trae en Up date CNN, tres temas de tecnología que guardan relación con estos intereses. Entre ellos, el anhelo de la NASA que está recibiendo propuestas para cápsulas que lleven gente a la Luna.
El Ejército de Francia tiene un nuevo equipo para las guerras del futuro, el llamado “equipo rojo” que está compuesto por personas que no necesariamente tuvieron preparación militar, sino literaria.
El periódico británico Telegraph reporta que la agencia de innovación de defensa en Francia contrató “entre 4 y 5” autores de ciencia ficción que asesorarán al Ejército para descubrir y describir “escenarios de disrupción” que el Ejército no podría siquiera imaginar.
Esta agencia de innovación militar fue creada hace un año para buscar formas de creación y adopción de tecnologías no militares de manera más rápida y ágil que otras milicias podrían hacer.
Descubrir dichos elementos tecnológicos es una parte de la historia, pero descubrir cómo usarlos es la parte en que los escritores de ciencia ficción entran, esto para intentar anticipar cómo grupos hostiles pueden usar dicha tecnologías contra Francia.
Francia no es particularmente novedoso en esto: Canadá, Estados Unidos y otros países en Europa recurren a literatos para distintos para generar estrategias y visiones a futuro, además de la creación de manuales estratégicos de acción para diversas fuerzas armadas que deben lidiar con situaciones límite. No se revelará el nombre de los autores.
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NASA está recibiendo propuestas para cápsulas que lleven gente a la Luna
A contar de hoy tienes un mes para entregar diseños que le den a la NASA la cápsula con que llevarán nuevamente humanos a la Luna. La idea de la agencia es recibir el diseño definitivo o elementos que le permitan crear su propia cápsula.
Esto se enmarca en el programa Artemis de la NASA, una iniciativa que apuesta a llevar humanos en menos de 5 años a la superficie lunar, y que – como requisito – debe tener al menos dos o tres grandes partes. Una para ayudar a alunizar, otra parte para despegar de vuelta. Una tercera sería el elemento que permita enganchar las otras dos para así no dejar residuos en la superficie lunar.
De las cápsulas seleccionadas, que serán dos, la NASA hará pruebas en 2024 para luego enviar la misión tripulada en 2025. No se harán pruebas no tripuladas previamente. Uno de los conceptos mostrados es del propio Jeff Bezos, CEO de Amazon, que mostró el Blue Moon hace algunos meses atrás. Esta es una nave en la que la compañía Blue Origin ha trabajado durante los últimos 3 años.
Mientras se discute el presupuesto para la NASA el próximo año, la agencia está haciendo todo lo necesario para conseguir el dinero para financiar estos desarrollos, el que se posiciona cerca de los 1500 millones de dólares para partir.
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Elon Musk compite consigo mismo para llegar al espacio
El empresario Elon Musk, dueño – entre otras cosas – de Tesla, ha profundizado en sus planes para tener naves que permitan viajes espaciales y ha asegurado que en uno o dos meses más realizará su primer vuelo sub-orbital, el que permitirá testear su nueva nave, la Starship Mk11.
La idea es probar al menos 5 versiones de naves distintas con mejoras aplicadas de los datos de cada tramo previamente hecho. Están creadas por equipos de la empresa que compiten por tener el diseño final y definitivo, y en un periodo de 6 meses de prototipo y prueba deberían llegar a un resultado final.
Todas estas pruebas serán no-tripuladas, por lo que las naves tripuladas recién podrían llegar en 2023, fecha para la que esperan que el proyecto sea totalmente seguro y viable. Sin embargo, es de esperar que pueda haber retrasos. Recordemos que este proyecto tiene varios años en su creación y planificación, y según el propio Musk deberíamos estar en la etapa de prototipo que nos encontramos hoy ya en 2013
Sin embargo, es importante ver cómo SpaceX se ha convertido en un referente dentro de la industria aeroespacial mundial al forzar la investigación para generar naves reutilizables que puedan despegar y aterrizar incluso varias veces al día, ya sea para despacho de productos a la estación espacial internacional, turismo espacial, despliegue de satélites e incluso potenciales despachos de personas y elementos a otros planetas que puedan o no ser habitables para el ser humano dentro de la vía láctea en el futuro.
En abril 2020 deberíamos ver el fin de esta “competencia interna” y el avance a nuevas etapas de desarrollo de naves que perfilarán el futuro de la exploración espacial.