Desde su postura con el negacionismo hasta canturreando un tema de La Floripondio, la periodista de CNN Chile conversó a fondo con la revista fundada por Alfredo Lewin sobre variados temas: la situación política en China, las fake news, su inspiración en el periodismo y sus variados gustos musicales. “Soy un mix extrañísimo”, confesó.
Una entrevista en profundidad es la que el periodista Andrés Panes realizó a la conductora de Marca Registrada y Conciencia Inclusiva, Mónica Rincón, quien fue portada de la edición N°189 de la revista Rockaxis.
La periodista de CNN Chile es la cuarta figura no músico que es portada del medio fundado por Alfredo Lewin. El primero fue Gabriel Boric en la edición N° 183, publicada en julio de 2018. Luego vinieron Juan Cristóbal Guarello y Raúl Zurita.
A su vez, se convirtió también en la segunda mujer en aparecer sola en la tapa de la publicación, luego que Camila Moreno se convirtiera en la primera en la edición N°181 en mayo del año pasado.
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Si bien Rincón ahondó sobre su rol en el periodismo y la importancia de la independencia, también reflexionó de temas contingentes como la situación del pueblo mapuche, las fake news, el negacionismo, el entorno de las personas en situación de discapacidad y el feminismo.
A su vez, conversó sobre la variedad de gustos musicales y se definió como “un mix extrañísimo”, ya que sus bandas favoritas van desde Rush y La Polla Records hasta Chayanne y Silvio Rodríguez.
A continuación, dejamos una selección de los temas que abordó Mónica en Rockaxis:
“Siento aprensión cuando dicen que estoy en mi mejor momento. No creo que el periodismo sea una carrera de 100 metros planos, siempre he pensado que es una maratón, con altos y bajos”.
“Es un trabajo de todos los días, entonces, si crees que llegaste a algún lado, te perdiste, porque la búsqueda de la verdad y de ser un mejor periodista tiene que ser constante”.
“Soy medio acontecida, medio chascarrienta, me pasan cosas. El otro día al aire me tragué una pelusa y nos fuimos a comerciales porque me atoré y me dio tos”.
“Me han dicho de todo. Que soy comunista, y después, por la misma cosa, que soy fascista”.
“Hay un dicho muy bueno que decía mi abuelita: ‘Cuando Juanito habla de Pepito, sabemos más de Juanito que de Pepito’. Por ejemplo, cuando el hijo del Mamo Contreras me dijo ‘puta’ y le dijo ‘maricón’ a Daniel Matamala, eso habló mucho de él, de su necesidad de insultar, de su rabia, de su descontrol. Él creía que lo que decía eran insultos. ¿Prostituta es un insulto? ¿Homosexual es un insulto? Insultar con una ideología, con género, con una discapacidad… ¿qué es eso?”.
“Todos estamos mediados por vivencias, por formas de crianza, por circunstancias incluso casi accidentales de vida, y todo tenemos emociones, además, y por lo tanto, ser objeticos 100% es imposible, tiene que ser una aspiración, una intención, una actitud, una búsqueda, pero sí creo que es un deber ser independiente, no hay disculpa alguna para no serlo”.
“La independencia se ejerce desde cierto espacio de soledad, en el sentido de que da lo mismo qué sector político, qué equipo de fútbol o qué estilo musical te guste”.
“A la hora de dialogar, Mónica mira de reojo a los menos comprometidos con la democracia, como los que dudan en tildar de dictaduras a Cuba y Venezuela, o los que relativizan lo ocurrido en el Chile de Pinochet. En el caso de China, amplía la crítica: ‘Por su poderío económico, existe un silencio transversal de izquierda y derecha respecto a sus violaciones a los derechos humanos’”.
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“Veo con mucha esperanza el movimiento feminista. Me quedó clarísimo este año que el machismo no es patrimonio de la derecha, ni de la izquierda, ni de los hombres. Y no fue ni la izquierda ni la derecha la que puso al feminismo al centro de la agenda”.
“Ser descreída, como se tilda a sí misma, le sirve en su cruzada informativa: ‘Cuestionar al poder, venga de donde venga, se relaciona con algo que debiera mover a todo periodista, que es la búsqueda de mayor igualdad’”.
“Desde el periodismo, las verdades a medias o las que no son ciertas es necesario corregirlas y contrastarlas con información. No me gustan cuando dicen ‘fake news’ porque una información falsa no es información. Hay que estar súper atentos porque hay falacias que son evidentes, pero hay otras que no tanto, y en esta época las redes sociales expanden estas mentiras y verdades a medias a un ritmo impresionante”.
“Los mapuche no son entendidos como foco, sino como puntos aislados. Cuando no tienes orgullo ni conciencia de lo centrales que son en tu vida esas raíces, de que son parte constitutiva de tu identidad, entonces dejas de preocuparte por ellas, dejas de mirarlas y dejan de ser visibles”.
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“¿Cómo se puede hacer para penalizar todo tipo de negacionismo? ¿O se va a circunscribir solo a la época de la dictadura chilena? (…) Mi susto es que un ente superior, un Gran Hermano, termine dictaminando qué es lo que podemos decir y opinar”.
“Creo que es profundamente periodístico un programa como Conciencia Inclusiva porque no hay nada más periodístico que darle voz a los que no tienen voz”.
“Me da mucha vergüenza no haberme dado cuenta antes de lo grave que era no tener un programa de televisión sobre el tema”.
“Para el terremoto se me quedó grabado que Chile vivía sobre esta famosa falla geológica, y no me cansó de decir que Chile también vive sobre una falla social de injusticias muy fuertes y lacerantes”.
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“’Soy un mix extrañísimo, un poco extrema. Puedo escuchar The Smiths, La Polla Rercods, Chayanne, Lucerito, Silvio Rodríguez, Massiel, Mocedades y Rush’. De Chile dice que le gustan Lucybell y Los Tres”.
“’Me va a venir el viejazo’, bromea, recordando su visita a La Batuta a fines de los noventa. Con el puño alzado, un gif perfecto de la vida real, canturrea brevemente 1,2,3 a levantarse de La Floripondio, herencia del cancionero de esa época”.
“En Los Prisioneros, de hecho, reconoce su banda de cabecera. No cuesta ver la conexión entre la música del trio sanmiguelino y su labor periodística, ambas comprometidas con hacer que la verdad salga a flote (…) ‘Lo que me impresiona de Los Prisioneros es la vigencia de las letras. El baile de los que sobran es una canción icónica. Yo tengo pegados a Los Prisioneros siempre, siempre”.
“En este país no sobra nadie, pero hacemos que sobren, los hacemos sentir que sobran. En El Baile de los que sobran, nadie sobra”.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
